Eslovaquia es uno de los países de la OCDE con las tasas más altas de muertes relacionadas con los hábitos alimentarios. En 2019 la mala alimentación ha causado el 26% de todos los decesos, un porcentaje por encima de la media de la UE (17%).
Una dieta poco saludable es uno de los factores de riesgo cardiovascular. Eslovaquia se ubica entre los siete peores países europeos en lo que se refiere al número de personas fallecidas por enfermedades cardiovasculares. En el país, la tasa de mortalidad es un 140 por ciento superior a la media de la UE.
Así se desprende del estudio “Potencial sin explorar de la dieta, tabaquismo y consumo de alcohol en Eslovaquia”, redactado por los analistas Martin Smatana y Michal Štofko y publicado por el tanque de pensamiento GLOBSEC.
El consumo de azúcar se ha duplicado en los últimos veinte años en Eslovaquia y resulta superior al de los Estados Unidos. El consumo de bebidas azucaradas, refrescos y jugos envasados, ricos en azúcares libres y calorías innecesarias, asciende a 106 litros per cápita al año.
El principal problema es el abuso de productos con alto contenido de azúcar en la dieta de niños y adolescentes. Esto se traduce en problemas de sobrepeso y obesidad durante la adolescencia y la edad adulta. Uno de cada seis adolescentes eslovacos es obeso, lo que no solo genera problemas sociales y psicológicos, sino que está directamente asociado con el desarrollo de la diabetes y diversos riesgos cardiovasculares.
Otro factor de riesgo asociado con el cáncer de faringe, laringe o hígado es el abuso de alcohol, que también tiene efectos nocivos sobre el cerebro humano, las funciones psíquicas y el comportamiento social.
Eslovaquia tiene la cuarta tasa más alta de trastornos e intoxicaciones causadas por el abuso de alcohol en la Unión Europea. Según datos de la OMS de 2018, el país ocupa el puesto 21 a nivel mundial con un consumo medio de 11,5 litros de alcohol puro al año, cifra muy por encima de la media.
En Eslovaquia hay también un número de fumadores muy alto en comparación con otros países europeos, con un aumento de la proporción de fumadores empedernidos del 22% al 26%, según datos de la Oficina de Estadística. Cabe destacar que entre los desempleados esta proporción resulta ser dos veces superior al del resto de la población.
Según los analistas, con una política de salud más eficaz y la aplicación de una estricta regulación sería posible mejorar la calidad de vida de la población y reducir la tasa de mortalidad. Por ejemplo, la implementación de medidas encaminadas a reducir las grasas trans, la sal y el azúcar en los alimentos podría evitar más de 3.000 decesos. Además, estas medidas supondrían un ahorro anual de 40 millones de euros en el presupuesto sanitario y de cientos de millones en otros sectores a medio y largo plazo.
Muchas de estas medidas han sido adoptadas con éxito en otros países, como Austria, Dinamarca, Eslovenia, Polonia y Estados Unidos.
____________________
Foto: HansMartinPaul CC0
Deja un comentario