La pandemia obliga a cerrar los lugares de la cultura. Museos, teatros, cines, galerías de arte, conciertos vuelven a sumergirse en el silencio. Pero la voz de la cultura no se puede sofocar ni siquiera en un momento tan dramático como el que estamos viviendo. Porque la cultura es una necesidad interior, una necesidad del alma, un fármaco poderoso contra lo que el intelectual Moni Ovadia llama «el graznido interminable y sin sentido de los medios de comunicación» y «el disparate propagandístico de políticos de diversa índole».
Es precisamente la cultura la que nos brinda las herramientas para transformar el aislamiento de la cuarentena en una oportunidad de reflexión y enriquecimiento interior, de investigación y aceptación de nuestras debilidades. Y es también la cultura la que nos ayuda a restablecer la relación con la realidad y las relaciones interpersonales sobre la base de la solidaridad y el respeto.
La cultura no puede encerrarse en los almacenes de un museo, ni enterrarse bajo las tablas de un escenario. Si no se puede vivir la experiencia de la fruición directa de una obra de arte o la emoción de asistir a una obra de teatro, la modalidad virtual nos ofrece la posibilidad de seguir alimentando nuestro espíritu también, y sobre todo, en tiempos de pandemia.
Una necesidad que parece haber sido comprendida por el Ministerio de Cultura, que esta semana – gracias a un convenio con la Oficina de Salud Pública – puso en marcha el proyecto «Arte en vivo en línea» para llevar representaciones teatrales, ballets, musicales y conciertos de música clásica directamente hasta los hogares de los espectadores.
Se unieron a esta iniciativa el Teatro Nacional Eslovaco, la Filarmónica Eslovaca, el Teatro Estatal de Košice, el Teatro Nová Scéna, la Orquesta de Cámara Estatal de Žilina y la Ópera Estatal de Banská Bystrica. Con el tiempo, otras instituciones, no dependientes del Ministerio de Cultura, participarán en el proyecto, que también ayudará a los artistas en esta difícil fase de la pandemia, según ha afirmado la ministra de Cultura Natália Milanová.
Los interesados pueden adquirir entradas a través del portal návštěvník.online incluso unos minutos antes del inicio del espectáculo, ya que la capacidad de la sala de teatro virtual, a diferencia de la clásica, es ilimitada. También tendrán la opción de detener temporalmente la transmisión de vídeo.
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Foto: Ministerstvo kultúry SR (Fb)
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