La pandemia no solo ha cambiado la forma en que compramos, sino también los métodos de pago, generando una especie de «revolución cultural». Si hace diez años un estudio del Centro de Investigación Social – Infostat reveló que la mayoría de los clientes de los bancos eslovacos no sabían distinguir entre una tarjeta de crédito y una de débito, en los últimos meses hubo un sostenido crecimiento del comercio electrónico y de los métodos de pago digital, más rápidos y seguros.
Detrás de la nueva tendencia, obviamente hay varios factores intrínsecamente vinculados a la pandemia de coronavirus, como el miedo al contagio por contacto o el riesgo de proximidad excesiva a otras personas. De toda manera, la crisis sanitaria ha actuado como un poderoso acelerador hacia la digitalización, con una transformación que de otro modo habría requerido algunos años.
A principios de abril, el gobierno aumentó el límite para pagos sin contacto de 20 a 50 euros, mientras que el número de pagos consecutivos sin ingresar el PIN es de 150 euros. No se trata de una medida de emergencia debido a la pandemia, sino una medida permanente.
Los datos recopilados por algunos bancos indican que el cambio ayudó a reducir la cantidad de pagos realizados con el PIN.
Si los analistas de ČSOB no observaron diferencias significativas, la portavoz de Slovenská Sporiteľňa, Marta Cesnaková, informa que el número de pagos con PIN ha disminuido en un 50%, mientras que las transacciones sin contacto han aumentado del 67 al 84% en los últimos meses.
La mayoría de los pagos (63%) se refieren a compras de hasta 20 euros, pero el porcentaje de clientes que han utilizado el sistema sin contacto para compras entre 20 y 50 euros se considera relativamente significativo, ya que asciende al 27%.
Los pagos realizados por los clientes a través de teléfonos o relojes inteligentes también están aumentando constantemente, por razones de conveniencia y seguridad, dada la posibilidad de realizar transacciones por un importe superior a 50 euros sin ingresar el código PIN y sin tener que llevar la tarjeta en el bolsillo. Los datos de Slovenská Sporiteľňa indican que se ha duplicado el número de clientes que pueden usar su móvil como tarjeta de crédito gracias a una aplicación, solo con acercarlo al terminal de pago.
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Foto: kalhh CC0
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