En los últimos días ha llegado a Eslovaquia una delegación japonesa de la Keidanren (Japan Business Cooperation) para programar una posible colaboración en los campos de la biotecnología, de la protección del medio ambiente, de la robótica y de la nanotecnología.
La Keidanren es una organización económica global que consta de 1.340 empresas representativas de Japón, 109 asociaciones industriales a nivel nacional y 47 organizaciones económicas regionales. Su tarea consiste en apoyar las actividades empresariales que contribuyen al desarrollo autónomo de la economía japonesa y a la mejora de la calidad de vida para el pueblo japonés.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Eslovaquia (SOPK) Peter Mihok ha subrayado que Eslovaquia «tiene una gran deuda ecológica en la UE y esta es una razón esencial para prepararse para invertir en el sector.»
Las empresas eslovacas y las japoneses en el futuro serán capaces de entrar en las negociaciones sobre el tema de la protección del medio ambiente para implementar los proyectos cofinanciados por los fondos comunitarios.
Las empresas eslovacas están interesadas en la cooperación en la tecnología robótica y la nanotecnología. Estas áreas tienen un cierto potencial para desarrollarse ulteriormente.
Eslovaquia también podría participar en proyectos de energía nuclear en cooperación con las empresas japonesas. Japón, de hecho, incluso después del accidente desastroso de Fukushima en 2011, planea seguir invirtiendo en la construcción de nuevas plantas de energía y en la seguridad nuclear.
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Foto: Pixabay
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