Bratislava: marcha “para una Eslovaquia decente” el 22 de junio

Los representantes de la iniciativa “Para una Eslovaquia decente” el pasado 15 de junio presentaron una queja formal ante la Fiscalía General contra el ex primer ministro Robert Fico por difamación.
Fico había acusado a los organizadores de las manifestaciones de estar preparando una acción de destabilización del tejido social eslovaco en colaboración con potencias extranjeras y el empresario estadounidense originario de Hungría George Soros.
“Fico está tratando de crear un enemigo imaginario”, según argumentan los representantes del movimiento, quienes han recopilado al menos 50 páginas de documentación que detalla los ataques políticos contra los miembros de la organización. Eslovaquia es un país democrático y los ciudadanos tienen derecho a expresar su opinión libremente y pedir un gobierno nuevo y decente. Durante los mítines públicos no ocurrieron incidentes ni se causaron daños a edificios o propiedad pública, señalaron.
El movimiento ha anunciado otra manifestación pública, programada a las 17:00 horas del viernes 22 de junio en Bratislava y otras ciudades eslovacas, con el objetivo de mostrar que la lucha por un país realmente democrático continúa. La marcha comienzará antes de la Oficina de Gobierno, en Námestie slobody 1.
“Cuatro meses pasaron del doble asesinato de Ján Kuciak y Martina Kušnířova”, escribieron los organizadores en la página de Facebook, “y hasta hoy no sabemos el nombre del asesino y el instigador. En cambio, sabemos que ha habido muchos errores en la investigación desde el primer día. No vimos grandes cambios o intentos de cambio en los últimos tres meses. No vimos señales de que el gobierno quiera restablecer la confianza de las personas en el poder del Estado”.
El movimiento “Para una Eslovaquia decente” quiere que se defienda más la libertad de expresión de los medios públicos, principalmente en la emisora pública RTVS, después de la renuncia de numerosos periodistas. Además, quiere que el gobierno ayude a los agricultores de la región oriental contra los abusos perpetrados por grupos y organizaciones de la mafia.
Esta será la auténtica «normalización» democrática.