El jueves 29 de julio, cientos de personas sin mascarilla acudieron al Palacio Presidencial en la plaza Hodžovo para protestar contra el Gobierno y la Jefa de Estado y las medidas anti-pandemia que “limitan los derechos civiles”.
Los manifestantes rechazan la vacunación, las pruebas de Covid y el uso de mascarillas, calificando la pandemia de “estafa sanitaria” y la inmunización de “genocidio”. Además, critican a la Presidenta Čaputová por firmar la enmienda a ley que autoriza la Oficina de Salud Pública a tener en cuenta la vacunación en caso de que sea necesario introducir nuevas medidas antipandemia. Durante la protesta no se escatimaton criticas a los periodistas, acusados de asustar a la gente con una campaña de terrorismo informativo.
Según medios de comunicación, la manifestación ha sido apoyada por el partido de ultraderecha ĽSNS liderado por Marian Kotleba.
Alrededor del mediodía, la multitud bloqueó el ingreso a las plazas Hodžovo y Kollárovo, frente a la Universidad Tecnológica, paralizando el tráfico. La compañia de transporte público municipal Dopravný Podnik Bratislava tuvo que suspender el funcionamiento de todas las líneas en la zona de la manifestación.
La situación fue monitoreada por agentes de la policía municipal, que intervinieron solo después de las 20:00 horas para desalojar las calles.
La policía municipal del distrito de Staré Mesto ha declarado que sabía de la protesta con anticipación gracias a publicaciones en las redes sociales y por eso se había preparado para evitar cualquier forma de violencia y cerrar el jardín del palacio Grasalkovič. Durante la rueda de prensa que tuvo lugar en la tarde, la policía explico que no fue posible evitar que se llevara a cabo la manifestación ni distinguir entre manifestantes y turistas.
El vicepresidente del Cuerpo de Policía, Róbert Bozalka precisó que no hubo ataques graves a la salud o la seguridad, ni una violación grave del orden público. Solo un vehículo ha resultado dañado.
Las reacciones de los políticos
Según OĽaNO, detrás de las protestas no hay solo las medidas restrictivas que han complicado la vida de muchas personas en Bratislava, sino también la actitud irresponsable de los partidos de la oposición quen incitan al conflicto social.
El primer ministro Eduard Heger declaró que es legítimo tener dudas y preguntas. Entiende la preocupación de los ciudadanos frente a la pandemia y la vacunación.
Sin embargo, las personas pueden consultar a sus médicos de cabecera y visitar los centros de vacunación para aclarar sus dudas, dijo el primer ministro. Heger subrayó que “la única forma de frenar la pandemia es alcanzar la inmunidad colectiva mediante la vacunación y está convencido de que “toda persona racional optará por la vacuna, porque actualmente es la única y más eficaz solución que tenemos.”
Los organizadores de la protesta han expresado su intención de continuar la manifestación en el día de hoy y llaman a la huelga general. La policía de Bratislava informa en su página de Facebook que ha tomado las medidas adecuadas para monitorear la situación y proteger la vida, la salud y la propiedad de los ciudadanos. En caso de alteración del orden público la policía utilizará «todas las posibilidades legales para restablecer el orden público».
Deja un comentario