Eslovaquia es uno de los países donde más se invierte en bienes raíces. La compraventa de viviendas ha aumentado durante los últimos años, favorecida por la tendencia a la baja de las tasas hipotecarias, que el año pasado cayeron hasta un mínimo histórico (0,97%). Esto hace que las cuotas sean muy asequibles para quienes decidan invertir sus ahorros en la compra de una vivienda.
El volumen total de préstamos hipotecarios concedidos por los bancos para la compra de un inmueble ha llegado a superar los 33.000 millones de euros en 2020.
El auge de las ventas inmobiliarias no se ha visto interrumpido ni siquiera por el constante aumento de precios. En 2020, según datos del Banco Nacional de Eslovaquia, los precios de la vivienda crecieron un 11,9% en comparación con el año anterior.
Sin embargo, según una análisis recién publicada por Swiss Life Select Slovakia, hay que tener en cuenta todos los riesgos relacionados con el estallido de una burbuja inmobiliaria.
Especialmente en la capital Bratislava los precios se han disparado muy por encima del valor estimado, debido al importante crecimiento de sus habitantes y la falta de viviendas para todos ellos. Precisamente el incremento de los precios del sector inmobiliario ha llevado a mucha gente a considerar la inversión en bienes raices como una de las más seguras.
Sin embargo, los analistas advierten sobre el riesgo de que los factores que han provocado el constante aumento de precios puedan modificarse. Por ejemplo, la demanda de inmuebles podría disminuir en el futuro. Además, una de las desventajas de la inversión en inmuebles es su baja liquidez. Tal como explica Peter Világi, analista senior de Swiss Life Select Slovakia, si la persona necesita usar el dinero invertido en bienes inmuebles para otra cosa, debe pasar por un proceso relativamente largo, pues encontrar un comprador puede llevar varios meses, o incluso un año o más, dependiendo de cuán atractiva sea su propiedad y de la demanda del mercado inmobiliario en ese momento. Sin mencionar todos los trámites relacionados con la escritura pública.
Por eso, si una persona decide comprar una vivienda como inversión, debería calcular tanto el beneficio potencial como su horizonte de espera. También es recomendable tener en cuenta otros aspectos, como los costos totales de la adquisición, que incluyen la comisión de la agencia inmobiliaria y los impuestos, o los gastos que sean necesarios para la renovación del inmueble.
Mucha gente invierte en un apartamento con el objetivo de alquilar. En este caso, es recomendable disponer de una reserva económica de unos meses para cubrir los costos de la propiedad si el inquilino no paga la renta, si el apartamento necesita reparaciones o termina el contrato y el arrendatario se va.
Recuperar el dinero de una mala inversión puede ser un proceso largo, que tarda años. Por eso Világi recomienda considerar la inversión en inmuebles como una parte menor de una cartera bien diversificada.
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Foto: SKY PARK by Zaha Hadid (Fb)
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