Muslos y alitas de pollo importados de la República Checa y contaminados por la bacteria de la Salmonella se vendieron en una de las sucursales de la cadena de supermercados Kaufland en Ilava (región de Trenčín).
Las autoridades sanitarias checas analizaron muestras de carne el pasado 29 de mayo, una vez que se comercializaron los productos, y encontraron la presencia de la bacteria «Salmonella enterica». Sin embargo, la información sobre la contaminación de la carne se publicó en el portal RASFF de la UE (el sistema de alerta rápida para alimentos y piensos) solamente el 11 de junio. El comunicado ha sido actualizado el 14 de junio.
El riesgo para la salud del consumidor se ha definido como «grave».
En el mismo período también se ha detectado la presencia de Salmonella en la carne de pollo proveniente de Polonia. Las cantidades de carne contaminada vendida en Eslovaquia no han sido reveladas.
Petr Majer, de la Administración Veterinaria Estatal de la República Checa, dijo que el procedimiento generalmente requiere unos días para el control detallado de los productos y la evaluación de la amenaza real para la salud del consumidor.
La Administración Estatal de Alimentos y Veterinaria de la República Eslovaca (ŠVPS) no ha emitido ningún comunicado sobre las carnes contaminadas ni ha informado a las sucursales y los minoristas regionales. La portavoz de Kaufland, Lucia Langová, confirma que la cadena minorista no ha recibido ninguna información al respecto.
El director de ŠVPS, Jozef Bíreš, explicó que el sistema de control prevé la posibilidad de que los minoristas informen a sus clientes sobre los productos que se pueden devolver porque no cumplen con los requisitos de seguridad alimentaria. Solo si las medidas tomadas por el minorista no son suficientes, ŠVPS informa a los consumidores a través de su sitio web.
Hace solo unos días, en el marco de una conferencia organizada en Bratislava por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Ministra Gabriela Matečná destacó la confiabilidad del sistema de control eslovaco.
Este nuevo caso, después del escándalo de la carne de vacas polacas enfermas, lleva a reflexionar sobre los defectos del sistema de control e información, tanto a nivel nacional como comunitario. Cada año, los supermercados retiran miles de productos alimenticios de su estantes. Los problemas más generalizados se refieren a la contaminación por Salmonella y Listeria.
En algunos países europeos, muchos supermercados publican regularmente la lista de productos retirados, pero los distintos Ministerios de Salud no dan la misma comunicación, a menos que exista un riesgo grave para la salud. Sin embargo, el consumidor tiene derecho a recibir una información correcta y exhaustiva sobre todos los productos.
Si la protección de la salud y la seguridad de los consumidores es una de las prioridades de la UE, los consumidores deben poder comprar con confianza los productos alimenticios comercializados en el mercado comunitario.
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Foto: Pixabay CC0
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