Čaputová en la cumbre de la OTAN: debemos fortalecer nuestra resiliencia

La presidenta Zuzana Čaputová representó a Eslovaquia en la cumbre de la OTAN, que tuvo lugar el 14 de junio en Bruselas con la participación de 30 jefes de Estado, incluido por primera vez el presidente de Macedonia del Norte, Zoran Zaev.

Čaputová estuvo acompañada por el Ministro de Asuntos Exteriores y Europeos Ivan Korčok, el Ministro de Defensa Jaroslav Naď y el jefe de la Delegación Permanente de la República Eslovaca ante la OTAN Peter Bátor. Antes del inicio de la cumbre, la presidenta se reunió con la vicepresidenta de la Comisión Europea para Valores y Transparencia, Věra Jourová, con quien discutió temas relacionados con el estado de derecho.

La política expansionista de Rusia, los desafíos estratégicos de China en los sectores tecnológico y nuclear, las actividades criminales cibernéticas, el terrorismo y el cambio climático fueron los temas centrales de la cumbre, además de la posible apertura a nuevos países miembros, como Georgia y Ucrania.

Las prioridades abordadas se transformarán en un nuevo concepto estratégico de la Alianza, que se aprobará el próximo año en Madrid como respuesta a los cambios globales. Vivimos «en tiempos de creciente inestabilidad, fuertes regímenes autoritarios y amenazas resultantes del abuso de las tecnologías modernas», dijo Čaputová. Para ello es necesario fortalecer nuestra resiliencia, velar por la seguridad de los ciudadanos y proteger las infraestructuras críticas.
En su opinión, los líderes de los países miembros de la OTAN han enviado una señal importante sobre la unidad de la comunidad transatlántica, basada en el estado de derecho, la democracia y el respeto de los derechos humanos.

Durante la cumbre, Čaputová se reunió por primera vez con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, con quien conversó sobre la cooperación, los valores democráticos y la importancia del estado de derecho, «esencial para ambos países». Según la mandataria, «es importante que Europa tenga un aliado estratégico».

Rusia, China y la sombra de la Guerra Fría

«No estamos entrando en una nueva Guerra Fría y China es nuestro adversario, no nuestro enemigo», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Sin embargo, el ascenso de China constituye un desafío a nuestra seguridad que debe abordarse de manera conjunta, agregó.

«Para adaptar la OTAN al futuro debemos adaptar herramientas y métodos» y fortalecer la colaboración entre la OTAN y la UE, dice Angela Merkel. La cancillera alemana está convencida de que es necesario adoptar un doble enfoque con Rusia y China, basado en la «disuasión y el diálogo». La cooperación cada vez más estrecha entre los dos países no puede simplemente ignorarse, pero tampoco sobreestimarse. China es un rival en muchos temas, pero también un socio al mismo tiempo «, dijo Merkel.

Puede que no sea una guerra fría, pero la línea divisoria entre el este y el oeste del mundo parece estar cada vez más marcada y las relaciones diplomáticas han llegado a su punto más bajo. «China está cooperando militarmente con Rusia, incluso mediante la participación en ejercicios rusos en el área euroatlántica», se lee en la declaración final de la cumbre.
En este sentido, Biden tiene la intención de enviar una fuerte señal al presidente ruso Putin, invitándolo a no cruzar ciertas «líneas rojas». «Voy a dejar claro al presidente Putin que hay áreas en las que podemos cooperar si él quiere y si elige no cooperar y actúa de la manera que lo ha hecho en el pasado en relación a la ciberseguridad y algunas otras actividades, entonces responderemos», dijo el presidente de Estados Unidos.

En su declaración Čaputová ha intentado bajar el tono, al destacar que «ninguno de los aliados ve al pueblo ruso como una amenaza». De hecho, son algunas decisiones políticas de los líderes rusos las que se consideran una amenaza. Según la presidenta eslovaca, todavía hay espacio para «el diálogo y unas relaciones constructivas y predecibles con Rusia».

La OTAN no abandonará el camino del diálogo, que en palabras de Stoltenberg «no es un signo de debilidad, sino de fuerza». Sin embargo, el retorno a las relaciones normales entre la Rusia de Putin y la OTAN solo será posible cuando Moscú cumpla con el derecho internacional, se lee en la declaración final de la cumbre.

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Foto: Zuzana Čaputová (Fb)

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