El martes 27 de octubre, la presidenta Zuzana Čaputová se reunió con una delegación de médicos y científicos para discutir problemas relacionados con las deficiencias del sistema hospitalario.
En la lucha contra el coronavirus los hospitales no deben ser el punto débil porque de ellos depende todo el éxito o el fracaso, recalcó la mandataria, quien agregó que es necesario fortalecer y proteger al personal de salud y asegurar el suministro suficiente de equipos.
Aunque es comprensible que todos los esfuerzos se concentren ahora en la realización de las pruebas masivas, no se debe olvidar que también se debe garantizar la atención médica para otros tratamientos de salud, dijo Čaputová.
La presidenta también recordó que las pruebas no deben ser consideradas como una «acción liberadora» que exima de la implementación de otras medidas, como las restricciones a la movilidad y la prohibición de reuniones, los controles fronterizos, la mejora de la capacidad de rastreo de contactos y el fortalecimiento de la red hospitalaria para evitar posibles derrumbes. La voz de médicos y científicos debe ser escuchada sobre este este tema, dijo Čaputová.
Hoy la presidenta, que es también comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, solicitó a los altos líderes militares que gestionan la operación «Responsabilidad Compartida» información detallada sobre las etapas de preparación del cribado en todo el territorio nacional. Hay falta de personal de salud, informaron los médicos, para quienes «el objetivo de realizar pruebas a toda la población de Eslovaquia es inalcanzable».
Precisamente para ayudar a Eslovaquia, el Gobierno austriaco enviará 50 médicos militares para apoyar a los equipos eslovacos que participan en la campaña nacional de detección.
Según la información proporcionada a la presidenta, resulta que en los puntos de muestreo se encuentran disponibles aproximadamente el 60% de los operadores sanitarios requeridos para realizar las pruebas… menos de 24 horas antes del inicio de la operación. En estas condiciones, dice Čaputová, «está claro que no será posible evaluar a cientos de miles de ciudadanos».
Por eso presidenta pide al primer ministro Matovič que garantice la ejecución de las pruebas donde se haya proporcionado todo el material necesario y se disponga de un número suficiente de operadores sanitarios, pero que reconsidere las sanciones previstas para los ciudadanos que no se someterán a las pruebas. Tal medida, según la presidenta, «divide a la sociedad en la situación actual, y esto es lo último que necesitamos ahora».
Según Čaputová, «hoy está en juego no solo el resultado de las pruebas, sino también la cohesión de Eslovaquia y la capacidad de resistir la difícil prueba de los próximos días y semanas».
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Foto: Zuzana Čaputová (Fb), prezident.sk
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