Con 335 puntos de recarga en todo el territorio nacional, Eslovaquia es uno de los países europeos más avanzados en el sector de la movilidad eléctrica, según declaró Maroš Šefčovič, Vicepresidente eslovaco de la Comisión Europea y Comisario de la Unión de la Energía.
En particular, Bratislava es la primera ciudad de Europa Central y del Este que puede contar con un punto de recarga rápida y potencia muy alta (entre 44 y 50 kW). Con el llamado “supercargador” se puede recuperar el 80% de la batería en solo 65 minutos, o 120 km de autonomía real en unos 30 minutos.
En opinión del comisario europeo, Eslovaquia tendrá que implementar el sistema de puntos de recarga necesarios para el creciente número de coches eléctricos en los próximos años. Además, tendrá que aplicar las últimas tecnologías que permiten la recarga simultánea de varios vehículo y el almacenamiento nocturno de energía producida a partir de fuentes renovables.
La Comisión Europea ha asignado 900 millones de euros en los próximos tres años, y para 2030 uno de cada tres vehículos en la UE tendrá que ser ecológico.
El Estado eslovaco ha aprobado un plan de ayudas por un valor total de dos millones de euros, con el que se pueden recibir hasta 5.000 euros para comprar un coche eléctrico o híbrido. El año pasado, 485 personas disfrutaron de la subvención y hay fondos disponibles para 2018, dijo el Ministro de Economía Peter Žiga.
Francia, Alemania y Noruega son los países europeos con más coches eléctricos vendidos. La capital noruega Oslo es la ciudad con mayor número de coches eléctricos per cápita del mundo, debido a una profunda concienciación ambiental y ecológica y una renta per cápita muy alta.
Es cierto que la venta de vehículos eléctricos va en aumento en Europa y la UE está firmemente comprometida a fomentar el uso del coche verde.
Por eso, es necesario mejorar la autonomía, la velocidad de carga y la infraestructura, para que las estaciones de carga sean tan accesibles como las tradicionales.
Los próximos desafíos de la movilidad eléctrica serán la recarga super-rápida y ultra-rápida.
En el primer caso, la potencia de recarga es aproximadamente el doble que en la recarga rápida. Tesla Motors utiliza este tipo por ejemplo en su Tesla Model S, con una potencia entre 90 y 120 kW. Recargar unos 250 km de autonomía requiere unos 20 minutos.
En el segundo caso, hablamos de algo todavía experimental, con una potencia de recarga muy elevada (por encima de 130 o 150 kW). Dicho sistema permitiría recargar las baterías del coche y en unos 5 o 10 minutos.
Sin embargo, hay un desafío más importante y más dificil de realizar, ya que la difusión masiva del vehículo eléctrico supone no solo una revolución tecnológica, económica y social, sino también un cambio profundo de mentalidad. La experimentación de iniciativas encaminadas a apoyar el alquiler de pequeños utilitarios eléctricos en las ciudades (Car2Go) podría llevar a reducir el hábito de tener un coche en propiedad, símbolo de estatus de la clase media en el siglo pasado.
_____
Foto: Pixabay CC0, European Commission
Deja un comentario