Comenzaron el miércoles 19 de julio las inspecciones por parte del Ministerio de Medio Ambiente sobre el agua de pozos residenciales en el barrio de Vrakuňa, cerca del vertedero de basura de la antigua planta química Juraj Dimitrov. La intervención del Ministerio ha sido necesaria después de las protestas de los residentes locales, preocupados por el riesgo de contaminación de fuentes de agua potable.
Los resultados del análisis se darán a conocer dentro del plazo de 15 días hábiles. En los días siguientes se tomarán muestras adicionales para el análisis de diversos indicadores biológicos, tales como hidrocarburos clorados, y pesticidas organoclorados.
El vertedero, que se extiende sobre un área de 4,65 hectáreas, contiene alrededor de 120.000 metros cúbicos de residuos de la planta química, depositados en los años 1960-1980.
Según el Ministerio, la contaminación se refiere a los barrios de Vrakuňa, Podunajské Biskupice y Ružinov. Las autoridades recomiendan a los residentes que no beban agua de pozos ni siquiera la utilicen para ducharse, irrigar huertos y llenar piscinas. Las verduras cultivadas en un área de 10 km pueden estar expuestas a riesgo de contaminación.
El problema no es nuevo: ya en 2002 las autoridades habían advertido a los ciudadanos sobre los riesgos del agua de pozos residenciales para la salud.
El Ministerio de Medio Ambiente, que a finales de 2016 recibió el mandato de abordar la cuestión, puso en marcha en abril de este año una licitación para la recuperación del vertedero de Vrakuňa.
El proyecto consiste en la construcción de una barrera de dos kilómetros de largo, 22 metros de altura y 80 centímetros de ancho, para aislar el contenido del vertedero. Se espera que los trabajos comiencen el próximo año, con un costo estimado de más de 30 millones de euros.
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Foto: Pixabay CC0
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