Muchas personas desconocen la actividad profesional de la brigada Reeves, formalmente Contingente Médico Internacional “Henry Reeve”, especializada en situaciones de desastre y graves epidemias. Fue fundada en 2005, cuando decenas de médicos cubanos fueron enviados a Angola en misión humanitaria. La brigada lleva su nombre por el patriota estadounidense Henry Reeve, que luchó por la independencia cubana de los españoles.
Esta brigada fue presente en muchos lugares del mundo, cuando la comunidad internacional solicitó ayuda humanitaria: en África Occidental, Angola, Haití, Chile, Pakistán, Guatemala, Chernobyl, incluso Estados Unidos tras el huracán Katrina en 2005.
A pesar de no haber obtenido la aprobación del gobierno estadounidense para realizar su tarea humanitaria, esta brigada sigue brindando apoyo en todos los lugares del mundo en situaciones de desastre.
El contingente está integrado por miles de médicos especialistas en medicina general integral, epidemiología, gastroenterología, psiquiatría, cardiología, cirugía, pediatría, entre otros.
Las características de sus integrantes son el conocimiento médico general, sólidos conocimientos epidemiológicos y de enfermedades asociadas a catástrofes, conocimiento de dos idiomas extranjeros, condiciones físicas apropiadas y disposición y preparación necesaria para trasladarse rápidamente donde se necesite.
Su primera acción se remonta al 8 de Octubre del 2005, cuando se trasladaron a Guatemala unos 700 integrantes, los cuales se sumaron a 300 médicos cubanos que ya se encontraban allí. Juntos los profesionales enfrentaron una de las más grandes tragedias ocurridas en ese país, la Tormenta Stan, que dejó 1.500 muertos o desaparecidos y miles de damnificados.
El trabajo de los médicos se efectuó en condiciones muy difíciles, pero ellos lograron atender a decenas de miles de damnificados en 69 municipios de este país. Salvaron miles de vidas humanas durante los meses que permanecieron en estos lugares, dejando muestras de amor y cariño en el pueblo guatemalteco.
Ese mismo año, un intenso terremoto sacudió la región de Cachemira en Pakistán, dejando aproximadamente 100.000 muertos o desaparecidos. El contingente Reeves conformado por 2.564 miembros, montó 32 hospitales de campaña, atendiendo a 1.800 000 pacientes y salvando 2.086 vidas. Los integrantes del contingente permanecieron en Pakistán por ocho meses, a pesar de la agresividad del clima intensamente frío y la altura a la que no estaban acostumbrados.
En 2014 había 50 mil médicos y enfermeras cubanos trabajando en 60 países en desarrollo, según la investigación del autor canadiense John Kirk publicada en su libro El internacionalismo médico cubano ha salvado millones de vidas.
La cooperación internacionalista resulta la más reciente expresión de la concepción cubana del servicio médico y constituye un aporte decisivo al propósito de la integración de los pueblos.
Los miembros del Contingente Henry Reeve son portadores de profundos conocimientos científicos, altos valores humanos y principios éticos, demostrados mediante la atención al pueblo cubano y el cumplimiento de misiones internacionalistas en más de 100 países.
El objetivo no sólo es de apoyar a una nación determinada sino cooperar de inmediato, con su personal debidamente entrenado, con cualquier país que sufra una catástrofe, especialmente los que enfrenten huracanes, inundaciones y otros fenómenos naturales de esa magnitud así como graves epidemias.
Las vidas humanas salvadas y atendidas, junto a las miles de expresiones de agradecimiento, de amor y cariño de las damnificados de los desastres y sus familiares, constituyen el mejor reconocimiento y estímulo a la labor del personal médico cubano.
El Contingente Henry Reeve ya ha logrado lo que parecía imposible en lugares tan distantes y en situaciones tan difíciles, en algunos de los cuales nunca habían contado con los servicios médicos.
“Varios de mis vecinos fueron tratados con éxito por el cólera por médicos cubanos”, dijo una mujer de Haití. “Otros que no llegaron a la clínica cubana a tiempo murieron. Los cubanos nos enseñaron cómo evitar el contagio, lavarnos las manos frecuentemente, hervir o tratar el agua, no comer alimentos callejeros que no habían sido suficientemente recalentados. ¡Cuba ha hecho mucho por Haití!”.
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Foto: Brigada médica cubana en Nicaragua y Dr. Vigil Fonseca (Facebook)
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