Cumbre de Bratislava: existe un doble estándar de calidad inaceptable en los países de Europa del Este

«Es difícil comprender que tal fenómeno existe en el mercado común europeo», son palabras de la primera ministra polaca, Beata Szydlo. En la Unión Europea existe un estándar de doble calidad de los alimentos y los consumidores a menudo son engañados por los productores.
Esto fue reconocido por todos los participantes en la Cumbre celebrada en Bratislava el pasado 13 de octubre. Por lo tanto, no hay duda sobre las pruebas de laboratorio realizadas en distintos países sobre diversos productos alimenticios y de consumo.
Según el Comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, todos los ciudadanos y consumidores de la UE tienen el mismo estatus. «No hay ciudadanos de segunda clase. Las normas de seguridad alimentaria han sido violadas hasta ahora, pero no queremos que el consumidor siga siendo engañado».
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo que los alimentos y productos de calidad son una cuestión de confianza, vinculada – especialmente en los países de Europa del Este – a un sentido fundamental de verdad y justicia. La gente no sólo se da cuenta que está perdiendo dinero; sufre una derrota fundamental en el campo de la justicia, dijo.

«Está en juego la confianza del consumidor en la UE y sus instituciones, por lo que es nuestro deber encontrar soluciones a los problemas diarios de las personas», dijo la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Gabriela Matecna. La Ministra ha declarado que debe establecerse una metodología unificada y común para la verificación de alimentos y productos de consumo dentro de la UE.
Ya hay directivas que permiten a la Unión Europea abordar el problema de las prácticas comerciales desleales, pero su aplicación debe ser más estricta, argumentó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotk. La comisaria europea de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, Vera Jourová, habló de un plan que se implementará en los próximos dos años.
El doble estándar de calidad de los alimentos, que se remonta a los años 90, es inaceptable para los ciudadanos eslovacos, pero no afecta sólo a Eslovaquia, dijo el primer ministro Robert Fico, quien está determinado a poner fin a las prácticas de ventas desleales. La Cumbre de Bratislava es un paso adelante en esta dirección, pero el camino por recorrer todavía es largo.
Hay algunos, como el ex Ministro de Agricultura Zsolt Simon, convencidos de que el problema no se resolverá en dos años y que la calidad de los alimentos en Europa Oriental y Occidental también afecta a los minoristas y podría conducir a un aumento en los precios.

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Foto: www.mpsr.sk  www.vlada.gov.sk

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