Cumple 40 años «Charta 77», manifiesto de la libertad democrática en Praga

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El 6 de enero de 1977, los diarios Le Monde, Frankfurter Allgemeine Zeitung, el Times y el New York Times publicaron «Charta 77» (Prohlášení Charty 77), un manifiesto firmado por 247 personas, cuyo texto también fue transmitido por Radio Free Europe y Voice of Europa.
Algunos de los firmantes eran personalidades destacadas del mundo cultural y político, como los escritores Václav Havel y Pavel Kohout, el filósofo Jan Patočka, el secretario del partido comunista Zdeněk Mlynář y el diplomático Jiří Hájek.
A finales del año, el documento fue firmado por más de 800 personas, la mayoría trabajadores y jóvenes, y en los 12 años siguientes alcanzó 1.900 firmas.
La iniciativa nació inicialmente como una protesta después del arresto de los miembros de la banda de música psicodélica Plastic People of the Universe.
Los firmantes del documento no constituían un grupo organizado en el sentido político, sino «una asociación libre, abierta e informal de personas […] unidas por el deseo de perseguir individualmente y colectivamente el respeto de los derechos humanos y civiles.
En la iniciativa participaron intelectuales y ciudadanos indignados por el incumplimiento por parte de las autoridades de la Constitución del Estado, el Acta Final de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (1975), y los acuerdos de las Naciones Unidas sobre los derechos políticos, civiles, económicos y culturales.
«Charta 77» se convirtió en la manifestación más importante de la disidencia al régimen comunista, que había impuesto un estricto control sobre la vida civil, sofocando cualquier forma de pensamiento independiente.
La reacción del gobierno de Checoslovaquia fue muy dura: la prensa oficial describió el manifiesto como «un documento ilegal, anti-estatal, antisocialista y demagógico» y los firmantes fueron considerados «traidores y renegados», «agentes del imperialismo»,»políticos fracasados» y «aventureros internacionales.»
El gobierno puso en marcha una operación de propaganda masiva contra la Charta. El 28 de enero 1977 unos intelectuales checoslovacos fueron reunidos en el Teatro Nacional de Praga, para firmar la denominada «Anti-Charta».
Los disidentes sufrieron diversas formas de represalia: el despido, el retiro de la licencia, la prohibición de estudio para los hijos, la pérdida de la ciudadanía, la deportación, el encarcelamiento y la tortura. El primer portavoz de la «Charta 77», el filósofo Jan Patočka, murió precisamente a causa de la brutalidad del interrogatorio.
Algunos miembros del grupo se vieron obligados a colaborar con los servicios secretos comunistas. En su apoyo, en abril de 1978, se fundó el «Comité para la defensa de los perseguidos injustamente» (VONS, Výbor na obranu nespravedlivě stíhaných). Sus líderes fueron rápidamente condenados a penas de prisión de uno a cinco años por actividad subversiva.
«Charta 77» representa el primer paso importante hacia la denominada «Revolución de Terciopelo», organizada en el sentido más marcadamente político en 1989. Dentro de las nuevas instituciones democráticas, el escritor Vaclav Havel asumió una posición de liderazgo: el 29 de diciembre 1989, fue eligido presidente por la Asamblea Federal de Checoslovaquia.
Cada año, en marzo, la ciudad de Praga celebra la «Semana de la Charta 77», organizada por los ex-disidentes firmantes, para honrar la memoria del filósofo Patočka, y educar a los jóvenes sobre la importancia de la iniciativa.
La Charta tenía para Patočka un significado fundamental de carácter ético: después de décadas de resignación los ciudadanos entendieron que «existen cosas por las cuales también se debe sufrir, y las cosas por las cuales se sufre son aquellas por las cuales vale la pena vivir.»

Para el texto completo de la «Charta 77» http://www.svedomi.cz/dokdoby/charta_77.htm

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Foto: Pixabay

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