Día Mundial del Alzheimer: factores de riesgo, síntomas y hábitos que pueden reducir hasta un 35% de los casos

Desde 1994, el 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer y desde 2012 septiembre es el “Mes Mundial del Alzheimer”. La iniciativa tiene la finalidad de profundizar en la concientización y ampliar las actividades relacionadas a brindar información para prevenir la aparición de la patología y reconocer los síntomas.
En el mundo hay 47,5 millones de personas que padecen demencia y la enfermedad de Alzheimer constituye alrededor del 60-70% de los casos. Se calcula que en todo el mundo cada tres segundos una nueva persona es diagnosticada con demencia. Cada año se registran 7,7 millones de casos nuevos. Se estima que para el año 2050 el número ascienda a 131,5 millones de personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), realizó en 2015 su Primera Conferencia Ministerial sobre la Acción Mundial contra la Demencia, ponendo en relieve la importancia del cuidado del cerebro.
Este año, la campaña mundial remarca la importancia del concepto «un diagnóstico precoz significa que se puede vivir mejor por más tiempo», con énfasis en la detección de síntomas tempranos.

10 señales que pueden anunciar Alzheimer u otras demencias

La Alzheimer’s Association ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es importante realizar una consulta médica para obtener un diagnóstico lo más precoz posible y el tratamiento adecuado:

1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
2. Dificultad en la planificación o resolución de problemas.
3. Inconvenientes para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en el tiempo libre.
4. Desorientación de tiempo o lugar.
5. Dificultad para comprender imágenes visuales y la relación entre los objetos y el ambiente.
6. Problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.
7. Colocación de objetos fuera de lugar y falta de habilidad para pensar lo hecho con anterioridad.
8. Disminución o falta del buen juicio.
9. Pérdida de iniciativa para participar en el trabajo o en las actividades sociales.
10. Cambios en el humor o la personalidad.

La demencia es un síndrome caracterizado por un deterioro cognitivo progresivo que afecta funciones cerebrales superiores tales como el lenguaje, la atención, la percepción, la memoria, el pensamiento y la conducta, alterando la capacidad de la persona para desenvolverse en forma independiente en sus actividades habituales. Se trata de una enfermedad edad-dependiente, que en la mayoría de los casos se desarrolla después de los 65 años.
Los científicos han identificado algunos factores que parecen jugar un papel en el aparición de la enfermedad de Alzheimer, pero todavía no han llegado a ninguna conclusión firme en cuanto a las causas exactas de esta compleja enfermedad. Hay probablemente muchos factores contribuyentes, en lugar de una sola causa.

Los posibles factores de riesgo

En el último Congreso de la Asociación Internacional de Alzheimer realizado en Londres en el mes de julio, The Lancet Commission on Dementia Prevention anunció que algunos aspectos de nuestro estilo de vida aumentan la posibilidad de padecer enfermedad de Alzheimer u otra demencia. Los 7 factores de riesgo son: sedentarismo, tabaquismo, hipertensión, obesidad en la edad adulta, diabetes, depresión y baja educación formal.
Factores de riesgo asociados a enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares, tales como alta presión arterial y el colesterol alto, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer. La presión sanguínea alta puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, alterando las regiones que son importantes en la toma de decisiones, la memoria y habilidad verbal. El colesterol elevado puede inhibir la capacidad de la sangre para eliminar las proteínas del cerebro.
Además, hay una creciente evidencia de un vínculo entre la enfermad de Alzheimer y la diabetes tipo 2, caracterizada por una producción de mayores niveles de insulina y azúcar en la sangre que pueden dañar el cerebro.
Entre otros posibles factores de riesgo hay los radicales libres, es decir moléculas inestables que a veces resultan de reacciones químicas dentro de las células. Estas moléculas buscan la estabilidad atacando a otras moléculas, dañando células y tejidos, incluso las células neuronas del cerebro.

Es posible prevenir la aparición del Alzheimer

Los factores de riesgo, sin embargo, son modificables: según recientes investigaciones se podría disminuir el riesgo de Alzheimer y retrasar o proteger a un tercio de los casos mediante diferentes iniciativas y cambio de hábitos.
Hay ciertos hábitos saludables como el ejercicio físico, la estimulación cognitiva, la dieta y el sueño adecuado, la disminución del estrés y el mantenimiento de la actividad social. Todo eso puede realizar una especie de “escudo protector” para el cerebro.
Se recomienda:
– Actividad física a través de caminatas de 30-40 minutos todos los días.
– Estimulación cognitiva: aprender algo nuevo, por ejemplo idioma, dibujo, pintura, mecánica, música, y buscar otros nuevos desafíos cognitivos para seguir desarrollando la propia reserva cognitiva.
– Dormir entre 7-8 horas por noche.
– Disminuir el estrés: el estrés crónico posee un efecto negativo sobre áreas del cerebro particularmente involucradas con la memoria, como por ejemplo el hipocampo.
– Actividad social: mantener una red de amigos, participar en asociaciones y clubes, intervenir en actividades de la comunidad, participar en grupos de teatro, lectura, música, cine, etc., ayuda a mantener las habilidades cognitivas y enlentece el declinamiento cognitivo.

Un estudio publicado por el Comité de Médicos por una Medicina Responsable presenta algunos hábitos alimenticios que podrían reducir entre un 70% – 80% la presencia del Alzheimer.
– Reducir el consumo de grasas saturadas y trans
– Considerar las verduras, frutas, legumbres y granos como la base de la pirámide alimenticia
– Consumir vitamina E (al menos 5 miligramos al día)
– Consumir suplementos de vitamina B12
– Evitar los multivitamínicos con hierro y cobre, a menos que lo indique un médico
– Evitar cocinar en ollas y sartenes de aluminio
– En general, adoptar una dieta variada, rica en frutas, verduras, cereales, granos integrales, pescado, carnes magras, y mantener una correcta hidratación con una cantidad considerable de agua u otros líquidos.

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Foto: Pixabay CC0

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