La Oficina Suprema de Auditoría (Najvyšší kontrolný úrad Slovenskej republiky NKÚ) ha publicado un informe sobre el número promedio de viviendas en alquiler en el país, como parte del proyecto internacional BIEP (Benchmarking Information Exchange Project).
La investigación se centra en la comparación de la normativa que regula el apoyo al alquiler en Eslovaquia, la República Checa y Austria.
En Eslovaquia, los apartamentos en alquiler ocupan una cuota de mercado del 6%, un porcentaje muy bajo en comparación con el 21% en la República Checa y el 42% en Austria (la media de la UE oscila entre el 19% y el 62%).
En Eslovaquia y la República Checa, la responsabilidad de satisfacer las necesidades de vivienda de los ciudadanos recae en las ciudades y los municipios. Según el informe de NKÚ, en ambos países se ha registrado una tendencia a la baja en el número de alojamientos municipales en alquiler completados entre 2009 y 2016: de 2.305 unidades en 2009 (12,24%) a 359 en 2016 (2,29%).
Según el Ministerio de Transporte y Construcción, el estado actual de la vivienda refleja los cambios después de la caída del régimen comunista en 1989, que condujo al fin del apoyo a la construcción de viviendas estatales, la consecuente disminución de las viviendas nuevas y una venta masiva de apartamentos a propietarios privados.
Esta situación ha tenido consecuencias negativas para los ciudadanos en condiciones económicas desfavorables, para las familias jóvenes y los discapacitados, así como para la movilidad de la mano de obra.
El informe de NKÚ enfatiza que el apoyo municipal en Eslovaquia no toma en cuenta la situación real del mercado de alquiler y establece una contribución mensual de apenas 55,80 euros para una persona y 89,20 para una familia. En la República Checa, en cambio, la contribución se basa en los costos reales de la vivienda y el número real de miembros de la familia. Sin embargo, tanto en Eslovaquia como en la República Checa, el apoyo estatal ya no es accesible para grupos de ciudadanos cada vez más grandes, debido al aumento de los precios de las viviendas y al empeoramiento de las condiciones de los préstamos hipotecarios.
El programa de viviendas de alquiler en Austria, que es responsabilidad de cada uno de los Länder, en cooperación con los municipios, las compañías de seguros y los bancos, se considera un ejemplo de buenas prácticas y políticas destinadas a prevenir la segregación social. De hecho, su objetivo no es simplemente ayudar a las familias con bajos ingresos, sino proporcionar viviendas de calidad a precios asequibles para grandes grupos de ciudadanos.
El informe de NKÚ muestra que las asignaciones de vivienda y las asignaciones por única vez no son suficientes para cubrir los costos de vivienda y no contribuyen a la eliminación de la exclusión social de los grupos de población desfavorecidos. El sistema austriaco de viviendas de alquiler proporciona un modelo para la participación de las autoridades locales, el estado y el sector privado.
El proyecto piloto “Housing first Cverna”, la vivienda primero
La vivienda a precios asequibles dentro de la UE, considerada un importante instrumento de política pública, requiere una intervención sistémica tanto de los gobiernos como de la legislación. Las asociaciones cívicas también pueden jugar un papel importante, como lo demuestra el proyecto piloto “La vivienda primero” lanzado en junio en Bratislava por la asociación Vagus, fundada en 2011 por asistentes sociales que se ocupan de personas sin hogar. La idea básica es que si una persona tiene un lugar para vivir, entonces puede buscar trabajo, deshacerse de sus deudas y llevar una vida «normal».
Entre los objetivos del programa «Housing first Cverna» se encuentra también el desarrollo de un estudio que pueda contribuir a la introducción de cambios fundamentales en el campo de la política de vivienda, con la participación de las instituciones públicas.
El programa «Housing First» fue elaborado a partir de una metodología innovadora para combatir la pobreza extrema y la grave marginación adulta, con una forma de intervención social alternativa a la tradicional. El método, que se experimentó por primera vez en Nueva York en los años 90 y posteriormente se introdujo en varios países de la UE y en todo el mundo, proporciona una vivienda permanente para las personas sin hogar sin tener que pasar por los «escalones» de una vivienda de transición (albergue y alojamientos temporales). En el estado estadounidense de Utah, por ejemplo, el método ha producido buenos resultados, ayudando a reducir la tasa de personas sin hogar en más del 90% en un período de 10 años.
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Foto: Feli García (CC BY 2.0)
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