Los analistas sitúan el 2020 como un punto de inflexión para la economía eslovaca, que debería crecer más lentamente que el año anterior.
La nueva década se abre con nuevos desafíos a nivel local y global.
El Banco Nacional de Eslovaquia y el Ministerio de Finanzas disminuyeron ligeramente las perspectivas de crecimiento de la economía del país en 2019, estimando el aumento del PIB en el 2,2 % y el 2,3 %, respectivamente. Se trata de la tasa de crecimiento más lenta desde 2013.
La mayoría de especialistas calculan que en 2020 la economía eslovaca, tras alcanzar su punto máximo en 2018, crecerá a un menor ritmo – alrededor del dos por ciento – afectado por las incertidumbres globales y la debilidad de la industria y el comercio exterior.
Según la analista de Slovenská sporiteľňa, Katarína Muchová, el crecimiento de la economía eslovaca se desacelerará por el contexto internacional incierto, marcado por la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento y comercio globales.
Entre los motivos que ralentizarán el crecimiento de la economía mundial, Muchová señala las consecuencias de la política proteccionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el lento crecimiento de la eurozona, la incertidumbre sobre la evolución futura de China, así como los cambios estructurales graduales en la industria automotriz.
La desaceleración del crecimiento económico en Eslovaquia se debe principalmente a la disminución de las exportaciones, el fuerte aumento de las importaciones y la debilidad de la industria alemana, con la que el país mantiene un vínculo estrecho.
Aunque la industria eslovaca ha recibido un nuevo impulso de la llegada de un nuevo fabricante de automóviles (Jaguar Land Rover), la debilidad del sector automotriz, particularmente en Alemania, lleva a los analistas a predecir una disminución anual del 1% en la producción industrial.
A pesar de cierto dinamismo de la demanda interna, los expertos estiman que el crecimiento económico se desacelerará y la inflación seguirá subiendo. Eslovaquia ha registrado el mayor aumento de precios, particularmente de los alimentos, en toda la zona euro (3%). Dicho aumento, según las previsiones de los analistas económicos, no se acompañará de un aumento paralelo de los salarios.
Según Muchová, el crecimiento salarial en 2020 podría continuar con un ritmo más moderado, del 4,5 %. Por lo contrario, la tasa de paro, que cayó al 5,8% en 2019, podría aumentar hasta el 5,9% en 2020.
En las previsiones de los analistas, la actividad de las empresas exportadoras eslovacas podría verse afectada por la evolución del Brexit, tras la victoria de Boris Johnson, y esto podría tradurcirse en una reducción de la demanda de nuevos trabajadores.
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Foto: Pixabay CC0
Volkswagen Slovakia (Fb)
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