El ataque terrorista perpetrado en la noche del 19 de diciembre en Berlín representa «un ataque a la identidad cultural de Europa, y Eslovaquia tiene derecho a tomar contramedidas.»
Así lo afirmó el primer ministro Robert Fico al final de una reunión del Centro Nacional de Análisis de Seguridad (NBAC), convocada de urgencia para la adopción de estrictas medidas de seguridad.
Fico ha reiterado su firme voluntad de oponerse a la creación de una comunidad musulmana cohesionada en Eslovaquia. En su opinión, es intolerable que un migrante llegado a Alemania en febrero para recibir la condición de refugiado ahora es sospechoso de ser el autor del ataque que ha provocado 12 muertos y 48 heridos.
La posición de los países de la UE, dijo, está destinada a cambiar, ya que la opinión pública espera medidas mucho más enérgicas.
El primer ministro ha utilizado un tono polémico contra los eslovacos «buenistas», contrarios a la adopción de medidas enérgicas para combatir el terrorismo.
«Este es un momento muy delicado para Europa, le deseo a los eslovacos y a la gente de otros países una Navidad de paz», concluyó su discurso el primer ministro.
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