Por fin, la carretera se encuentra con el cielo. Lo que ha sido un sueño durante más de un siglo y se ha quedado en prototipos en los últimos 50 años, se convierte en realidad.
El coche volador AirCar producido en Eslovaquia podrá volar no solo en aeropuertos privados y zonas aisladas, sino en toda Europa, con la misma categoría de vuelo que un avión privado.
Este martes 25 de enero, AirCar obtuvo el certificado de aeronavegabilidad otorgado por la Autoridad de Transportes en Bratislava, tras realizar 70 horas de ensayos en vuelo y más de 200 despegues y aterrizajes, llevando a cabo todo tipo de pruebas de resistencia y maniobrabilidad.
“La certificación de AirCar abre la puerta a la producción en serie de coches voladores muy eficientes y confirma oficialmente nuestra capacidad de transformar definitivamente los viajes de media distancia (trayectos inferiores a 2.000 kilómetros, NdR)”. Así lo afirmó el profesor Štefan Klein, fundador y jefe de Klein Vision, quien pudo cumplir su sueño después de 25 años.
Su equipo de ocho especialistas altamente calificados ha trabajado duro más de 100.000 horas para diseñar y fabricar un vehículo híbrido de dos asientos que opera como avión y como automóvil, y es capaz de transformarse automaticamente de coche en avión simplemente presionando un botón en solo dos minutos y 15 segundos. Cuando el coche volador aterriza, pliega sus alas y continúa viajando por carretera.
AirCar está propulsado por un motor BMW de 1,6 litros y funciona con combustible normal de bomba de gasolina.
El coche volador puede despegar de una pista de 300 metros de largo y alcanzar altitudes de 2.500 metros a una velocidad de 170 Km/h, con una autonomía de 1.000 km.
En 2020 AirCar realizó su primer vuelo y en junio de 2021 completó con éxito su primer vuelo interurbano de 35 minutos entre los aeropuertos internacionales de Nitra y Bratislava.
El próximo paso de Klein Vision será obtener el certificado de tipo de aeronave otorgado por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA). Este documento es necesario para poder comercializar el coche volador.
Klein Vision espera que su próximo modelo de producción esté certificado en 12 meses y planea un vuelo desde París a Londres en un futuro cercano. Mientras tanto, Štefan Klein está desarrollando la segunda versión del coche volador, que estará equipada con un motor de 300 CV, y alcanzará velocidades de 300 Km/h, con una autonomia de 1.000 kilómetros.
Hay que decir que el coche volador no estará al alcance de todo el mundo, ya que se comercializará como un avión privado de lujo. Solo con el paso de los años, su precio de venta podrá ir bajando y hacerse accesible para la mayoría de la gente. Además, queda por ver cuántos serán capaces de conducirlo. Sin embargo, soñar no cuesta nada…
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Foto: Klein Vision
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