Uno de los mayores problemas que afectan a los hogares en Eslovaquia es la vivienda, tanto por el fuerte y constante aumento de los precios inmobiliarios (8%, frente a la media de la UE del 4,5%, según datos de 2019), como por los riesgos asociados a la obtención de un préstamo hipotecario. Cabe destacar que el índice de endeudamiento de los eslovacos es el más alto de toda la Unión Europea.
Además, el parque de viviendas no es suficiente para satisfacer la demanda. En cuanto al número de viviendas por cada 1.000 habitantes, Eslovaquia carece de casi 200.000 viviendas, según datos de Eurostat de 2020.
Por tanto, no es de extrañar que un alto porcentaje de jóvenes siga viviendo con sus padres: el 65,2 % tiene entre 18 y 34 años (frente al 49,5% de la media de la UE) y hasta dos tercios tiene entre 25 y 34 años. No pueden permitirse una vivienda también debido a la brecha entre los precios de las propiedades, que han aumentado un 42% desde 2015, y el salario medio, que solo ha aumentado un 28%.
Por lo tanto, Eslovaquia va a la zaga de otros países de la UE, que cuentan con porcentajes de propiedades estatales en alquiler mucho más altos. Por ejemplo, en los Países Bajos este porcentaje alcanza el 28,3% del parque de viviendas total y en Austria el 21,3%, mientras que en Eslovaquia representa actualmente solo el 3%.
No se trata sólo de un mayor número de viviendas, sino también de rentas más bajas. La ciudad de Viena posee actualmente 220.000 apartamentos para el alquiler. El alquiler mensual de un apartamento de dos habitaciones de 45 m2 es de 337,50 euros, que es aproximadamente un 50% menos de lo que se paga en Bratislava.
La ley de apoyo estatal a la construcción de viviendas en alquiler, que el Parlamento eslovaco aprobó recientemente de forma casi unánime y que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, garantiza la disponibilidad de vivienda a largo plazo, al menos 25 años. Además, prevé que los inquilinos puedan beneficiarse de una renta regulada, que será un 30-50% inferior al precio de mercado.
Cada edificio debe tener un número mínimo de 20 apartamentos, con una superficie habitable de entre 27 y 90 metros cuadrados. El gobierno podrá establecer los criterios para otorgar la condición de arrendatario y el monto máximo de la renta, excluyendo las cuotas de mantenimiento y las facturas de energía. Cabe señalar que el monto del alquiler podrá ser diferente en las distintas regiones y variar según los proyectos.
La evaluación y aprobación de los proyectos y de las modalidades de financiación, así como el calendario de ejecución, será responsabilidad de una Agencia de apoyo a la vivienda en alquiler, que se constituirá ad hoc.
Los apartamentos serán construidos por promotores inmobiliarios privados y deberán cumplir con los requisitos de calidad actuales del mercado inmobiliario.
Los empleadores también podrán contribuir al alquiler de la vivienda de sus trabajadores y se beneficiarán de la exención del impuesto sobre la renta de las personas físicas y de las cotizaciones sociales y sanitarias.
Según el partido SME Rodina, que apoyó con fuerza la nueva ley, también incluida en el programa de gobierno de la coalición, la mayoría de las solicitudes provienen de Žilina, Trnava y Košice. Ya hay algunos inversores interesados en construir viviendas para el alquiler en la ciudad de Nitra.
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Foto: WikimediaImages CC0
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