El gobernador del Banco Nacional, Peter Kažimír, ha sido acusado de corrupción

La Fiscalía especial presentó cargos de corrupción contra Peter Kažimír, gobernador del Banco Nacional de Eslovaquia (NBS) y exministro de Finanzas, tras las declaraciones de František Imrecze, jefe de la agencia tributaria eslovaca en 2012-2018.

Imrecze dimitió ya que su agencia fue sospechosa de connivencia con el crimen organizado, fraude con aranceles aduaneros por un importe de 300 millones de euros y fuga de información tributaria del ex presidente Andrej Kiska.

El pasado 29 de enero, Imrecze fue arrestado durante una operación llevada a cabo por la Agencia Nacional contra el Crimen (NAKA) en el marco de una investigación sobre licitaciones públicas y corrupción.

En el mes de julio, confesó sus responsabilidades y comenzó a colaborar con la policía. Durante los interrogatorios, Imrecze declaró que su superior directo, Peter Kažimír, había recibido un soborno de 50.000 euros para obtener apoyo político para la compra del sistema informático e-Kasa.

Por su parte, Kažimír ha negado las acusaciones de corrupción, declarando que no se siente culpable de ningún delito y que nunca ha tenido interés en influir en ninguna acción. Por este motivo, presentará una denuncia contra las acusaciones, según ha declarado su abogado, Ondrej Mularčík, que no ha proporcionado más detalles.

Mientras tanto, llegan las primeras reacciones y los primeros comentarios del mundo político e institucional.

La presidenta Zuzana Čaputová dijo que Kažimír, en calidad de gobernador del Banco Nacional y ex ministro de Finanzas, debería considerar seriamente la renuncia para proteger el buen nombre de la institución que ahora representa. Sin embargo, agregó que respeta la presunción de inocencia y que el tribunal deberá decidir si el gobernador del banco central es culpable o no.

Más duro el comentario de Veronika Remišová, Ministra de Inversiones, Desarrollo Regional e Informatización. Kažimír debería seguir el ejemplo del canciller austríaco Sebastian Kurz y renunciar, dijo en rueda de prensa, porque el país no puede tener un gobernador del NBS sospechoso de haber recibido sobornos. La ley prácticamente no permite la destitución del gobernador del Banco Nacional, explicó Remišová, quien por eso invitó a Kažimír a renunciar al menos hasta que concluya la investigación y hasta el fallo del tribunal.