El Gobierno aprobó el nuevo plan de acción para la igualdad de género

El 28 de abril el Gobierno aprobó dos documentos estratégicos elaborados por el Ministerio de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia – la “Estrategia nacional para la igualdad entre mujeres y hombres y la igualdad de oportunidades en la República Eslovaca para el período 2021-2027” y el “Plan de acción” relacionado con dicha estrategia.

En palabras del ministro Milan Krajniak, el Gobierno se ha marcado como objetivo “no solo alcanzar la igualdad material entre mujeres y hombres, sino también mejorar la prestación de servicios sociales y el cuidado de los niños que no pueden crecer junto con los padres por diversas razones.” La implementación de la estrategia tendrá un impacto positivo en la mejora de la calidad de vida de las mujeres, dijo el ministro.

La estrategia nacional presenta una serie de prioridades en ocho áreas estratégicas:
• dignidad e integridad física;
• conciliación personal, familiar y laboral;
• educación, ciencia e investigación;
• igualdad de oportunidades y acceso al mercado laboral, dependencia económica y pobreza de las mujeres;
• participación política y económica y participación en el proceso de toma de decisiones;
• mecanismo participativo para la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres y garantia institucional de igualdad entre mujeres y hombres;
• inclusión de grupos vulnerables y discriminación múltiple contra mujeres y niños / niñas menores de edad;
• cooperación internacional al desarrollo y ayuda humanitaria.

“Queremos crear medidas sistémicas que ayuden a conciliar la vida familiar y laboral de las mujeres y les faciliten la vuelta al trabajo después de la baja por maternidad. En el plan de acción, por ejemplo, hemos propuesto que todos los niños de tres años de edad tengan derecho al acceso al jardín de infancia», dijo Zuzana Brixová, directora del Departamento de Igualdad entre Mujeres y Hombres e Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Trabajo.

La nueva estrategia también incluye el “Plan de Acción para la Prevención y Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, que el Ministerio de Trabajo está preparando en colaboración con representantes de la sociedad civil para ayudar a las mujeres que son víctimas de violencia.
«Una de las tareas del plan de acción es definir claramente la violencia doméstica en nuestra legislación”, ha explicado Brixová. “Al mismo tiempo, la enmienda a la Ley sobre la familia tiene por objeto garantizar una mayor protección a las víctimas de violencia doméstica, incluidos los niños, en los enjuiciamientos. Este es un paso fundamental para garantizar la financiación sistémica a las organizaciones que brindan ayuda a mujeres y niños maltratados.”

En Eslovaquia, según datos publicados por la Fiscalía General, en 2020 fueron denunciados 480 delitos relacionados con la violencia doméstica, lo que representa un incremento del 20% en comparación con el año anterior.
La pandemia ha conllevado también el incremento de las violaciones conyugales en hogares donde se han reportado pérdida de empleo y de seguridad social y también casos de alcoholismo.

Otro documento que ha sido aprobado por el Gobierno es la “Estrategia nacional para la desinstitucionalización del sistema de servicios sociales y cuidados alternativos”. Dicha estrategia introduce cambios significativos en el sistema que entró en vigor hace diez años y fija nuevos objetivos para el período 2021-2030. Se ha establecido como prioridad crear un nuevo sistema de actividades de evaluación en el ámbito social y racionalizar la financiación de los servicios comunitarios procedente de fuentes múltiples. Al mismo tiempo, se prevé la creación de un nuevo sistema de inspección en el sector de los servicios sociales, en el marco de un amplio plan de reformas preparado por el Ministerio de Trabajo.

“Hacia una Europa igual de género”

La estrategia nacional para la Igualdad de Género responde al compromiso de la Comisión Europea de conseguir la igualdad entre hombre y mujeres en la Unión Europea de aquí a 2025.
La meta es una Unión en la que las mujeres, los hombres, los niños y las niñas, en toda su diversidad, dispongan de libertad para seguir el camino que elijan en la vida, gocen de las mismas oportunidades para prosperar y puedan conformar y dirigir por igual la sociedad europea en la que vivimos.

Los objetivos fundamentales son poner fin a la violencia de género, combatir los estereotipos de género, colmar las brechas de género en el mercado de trabajo, lograr la participación sobre una base de igualdad en los distintos sectores de la economía, abordar la brecha salarial y de pensiones entre hombres y mujeres, reducir la brecha de género en las responsabilidades asistenciales y alcanzar el equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones y la actividad política.

Aunque la brecha de género se está cerrando gradualmente en la educación, persiste en el empleo, las retribuciones, las responsabilidades asistenciales, el poder y las pensiones. Las mujeres siguen siendo mayoritarias en sectores laborales peor retribuidos (ganan un 16% menos que los hombres) y están infrarrepresentadas en los puestos de responsabilidad (representan solo el 8% de los directores ejecutivos).
Además, sigue habiendo demasiadas personas que contravienen el principio de igualdad de género a través de la incitación al odio sexista y poniendo trabas a las medidas contra la violencia de género y los estereotipos de género. La violencia de género y el acoso sexual, profundamente arraigados en la desigualdad de género, se mantienen en niveles alarmantes y siguen siendo uno de los mayores retos de nuestra sociedad.
Desafortunadamente, dentro de la UE (y no solo) este fenómeno sigue sin denunciarse y todavía se subestima. Según datos de la Comisión Europea, en 2020 el 33% de las mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual; el 22% de las mujeres ha sufrido violencia por parte de su pareja y el 55% ha sufrido acoso sexual.

Una de las causas profundas de la desigualdad entre hombres y mujeres son los estereotipos de género que afectan a todos los ámbitos de la sociedad. Las expectativas estereotipadas basadas en normas fijas para mujeres y hombres, no solo contribuyen en gran medida a la brecha salarial, sino que a menudo se combinan con otros estereotipos, como el origen racial o étnico, la religión, la discapacidad, la edad o la orientación sexual. Todo ello puede reforzar los efectos negativos de los estereotipos. Los datos son preocupantes: el 43% de los ciudadanos de la UE cree que el cometido más importante de un hombre es “ganar dinero”, mientras que el 44% considera que el cometido más importante de una mujer es “cuidar su hogar y su familia”.

Por eso, una herramienta fundamental para combatir los estereotipos y erradicar la violencia de género es la educación: hay que educar a niños y niñas desde una edad temprana sobre la igualdad de género y apoyar el desarrollo de relaciones no violentas.
Según la Comisión Europea, los medios de comunicación y el sector de la cultura tienen una influencia considerable en la configuración de las creencias, los valores y la percepción de la realidad de la ciudadanía, por lo que constituyen también herramientas clave para cambiar las actitudes y rebatir los estereotipos.

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Foto: desireealvarado CC0
Peggy_Marco CC0

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