El martes 4 de mayo, el Gobierno de coalición liderado por el primer ministro Eduard Heger obtuvo el respaldo del Consejo Nacional.
Cerca de 40 ministros y diputados de la coalición y la oposición participaron en el debate, que duró dos días.
El programa del Gobierno recibió el voto de confianza de 89 de los 144 diputados presentes, mientras que 55 diputados votaron en contra. Se requerían al menos 76 votos. Nadie se abstuvo de votar.
El primer ministro Heger agradeció al Parlamento su confianza en el programa del Gobierno, que se centra en unos objetivos ambiciosos pero concretos, como la recuperación del país tras la pandemia, el apoyo a las familias, la creación de un entorno favorable para el trabajo y los negocios, la lucha contra la corrupción y la evasión fiscal. Ahora Eslovaquia está lista para reiniciar, con una coalición que, en opinión de Heger, «funcionará muy bien».
«Somos el gobierno de la renovación y la prosperidad de la República Eslovaca», dijo el primer ministro, consciente de que la coalición enfrentará muchos desafíos. «Tenemos la oportunidad de hacer de Eslovaquia un país desarrollado, innovador y sano», dijo, enfatizando que se necesita una fuerte cooperación con los gobiernos locales, así como el apoyo de la oposición a las propuestas del Gobierno, para que el Estado funcione correctamente.
El presidente del Parlamento, Boris Kollár, cree que ya no existe el peligro de una crisis de gobierno y, en cualquier caso, ha subrayado que no tiene intención de participar en un «circo» de ese tipo. “Algunas personas dejarán de mostrar su ego y mirarán en primer lugar a los ciudadanos y especialmente a los votantes que nos enviaron aquí para llevar a cabo nuestros programas”, dijo.
Un gran compromiso y una oportunidad para reiniciar. Así comentó la presidenta del partido Za ľudí, Veronika Remišová, sobre la confianza del Parlamento. Honestidad y transparencia son las cualidades que deberán guiar al nuevo gobierno y distinguirlo de los anteriores.
El ex Jefe de Gobierno y actual ministro de Finanzas Igor Matovič también habló de un «nuevo comienzo», declarando que Eslovaquia necesita actualmente un primer ministro que sea un símbolo de esperanza. En cuanto a su propia experiencia de gobierno, Matovič es consciente de que la opinión pública lo considera «un hombre que ha privado a la gente de su libertad» y «un símbolo de sufrimiento».
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Foto: nrsr.sk
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