El Gobierno ha declarado el estado de emergencia en el río Slaná

El Gobierno, a propuesta del Ministerio de Medio Ambiente, ha declarado el estado de emergencia en el río Slaná, en el este de Eslovaquia. La emergencia se aplica a tres distritos: Rožňava, Revúca y Rimavská Sobota.

El curso de agua, de casi 230 kilómetros de largo, fluye entre Eslovaquia y Hungría, pasando por varios pueblos y aldeas. En mayo de este año, las aguas se tornaron anaranjadas debido al derrame de materiales ferrosos de la mina estatal Siderit de Nižná Slaná, que permanece inactiva desde 2008. La empresa minera Rudné Bane admitió que el agua contiene un alto nivel de hierro, pero rechazó cualquier acusación de desastre. Explicó que el agua proviene de una bolsa subterránea de mineral de hierro que se inundó antes de 2008 y aseguró que no se trata de sustancias nocivas ni contaminantes.

Sin embargo, cada día desde el pasado mes de febrero han vertido al río 1,5 millones de litros de agua contaminada por más de 4 toneladas de hierro, 34 toneladas de sulfato, 1,7 toneladas de zinc y unos 5 kilogramos de arsénico. Ante un auténtico desastre medioambiental, con la muerte de miles de peces y animales salvajes, vecinos y ecologistas han lanzado una petición que ha recogido más de 11.000 firmas.

A iniciativa del Ministro de Medio Ambiente, Ján Budaj, el Gobierno aprobó el 4 de mayo fondos por un importe de 200.000 euros para la ejecución de medidas encaminadas a evitar el vertido de aguas con contaminantes minerales al río Slaná.
Sin embargo, los ambientalistas argumentan que las autoridades responsables de las minas y del sector acuífero no han hecho lo suficiente para detener la contaminación del río, por ejemplo, interrumpiendo de inmediato el flujo de agua de la mina y filtrando el canal de desagüe (una intervención que habría requerido aproximadamente cuatro millones de euros…).
La instalación de la tecnología necesaria para limpiar los vertimientos de agua de la mina, que se llevó a cabo unas semanas después del desastre, no logró evitar la muerte de la vida silvestre en un radio de 10 km del río.

El Ministerio del Medio Ambiente respondió que este desastre ecológico con repercusión internacional “es resultado de los errores e inercias del operador original y de las autoridades mineras”, dependientes del Ministerio de Economía. “Nunca se ha cerrado la zona minera, a pesar de que la actividad minera ya había sido interrumpida en 2011”, argumenta el Ministerio de Medio Ambiente.

Ahora, la declaración del estado de emergencia permitirá tomar «rápidamente» las medidas necesarias para realizar operaciones de limpieza, reducir la contaminación ambiental e iniciar los trabajos de revitalización del río, escribe el Ministerio de Medio Ambiente en una nota.
Es una lástima que la medida llegue con un retraso de cinco meses. El propio Ministerio admite que será necesario tomar medidas adicionales para detener por completo el flujo de materiales contaminantes.

En días pasados, la presidenta Zuzana Čaputová visitó la aldea de Nižná Slaná y se reunió con el alcalde Tibor Jerg, el director de la empresa estatal Rudné Bane, Peter Žitňan, y los activistas. En las redes sociales, la Jefa del Estado califica al Slaná como “un río que murió por la contaminación”, y se queja de que algunos de los impactos negativos en el ecosistema local podrían ser irreversibles.
La contaminación del curso de agua es un problema que involucra a varios ministerios, enfatizó Čaputová, quien agregó que es absolutamente necesaria una estrecha cooperación entre el Estado y todos los actores de la región. Esta zona «tiene una gran riqueza natural y potencial turístico, y la inercia para enfrentar la contaminación de los ríos puede destruir ambos», dijo la presidenta.

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Foto: Zuzana Čaputová (Fb)

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