“Quiero disculparme profundamente con todos. Decepcioné a los habitantes de nuestra ciudad, a los miembros del Cuerpo de Policía de la ciudad, a las autoridades ciudadanas y me decepcioné a mí mismo. Como Jefe de la Policía de la ciudad, no sólo soy responsable de hacer cumplir la ley, sino que tengo que dar el ejemplo… Fue un error estúpido por el cual estoy listo para asumir toda la responsabilidad y ofrecí mi renuncia a la administración de la ciudad.”
Con estas palabras, el jefe de la policía municipal de Bratislava, Marek Gajdoš, anunció su renuncia después de estar involucrado en un accidente automovilístico la semana pasada. El jueves 23 de abril a las 23:00 horas, perdió el control del volante y se salió de la carretera volcándose. Ningún otro vehículo estuvo involucrado en el accidente y no se reportaron heridos.
Gajdoš, que conducía a alta velocidad, inicialmente dijo que se quedó dormido, pero la prueba de alcoholemia midió una tasa de alcohol de 0,83 por mil en el aliento. Cabe destacar que en Eslovaquia es ilegal conducir con cualquier grado de alcohol en la sangre (“tolerancia cero”).
El alcalde de Bratislava, Matúš Vallo, aceptó la renuncia de Gajdoš, a quien calificó como «un hombre y un policía honesto», comprometido en la lucha contra la corrupción, dotado de grandes habilidades profesionales y capaz de coordinar a la policía municipal de manera excelente durante la situación actual de emergencia por el coronavirus.
Sin embargo, Vallo dijo que Gajdoš cometió un error «demasiado grande» para seguir siendo el jefe de la policía municipal, una institución que necesita un cambio profundo. Su mandato terminará a finales de junio, es decir el tiempo necesario para asegurar la gestión de la policía municipal en la actual situación de emergencia.
El alcalde de Bratislava, quien nombró a Gajdoš el año pasado sin procedimiento de selección, anunció que el nuevo candidato será elegido a través de un proceso de «licitación abierta» y posteriormente será propuesto ante el Ayuntamiento.
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Foto: Matúš Vallo (Fb)
Pavol Frešo (CC BY 2.0)
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