En enero, ÚRSO, la Autoridad para la regulación de las industrias de red, ha restablecido los precios de la energía y de gas natural a los niveles de 2016, tras las quejas de muchos consumidores debido al aumento de las facturas y por presiones del gobierno.
Pese a las medidas adoptadas y la reducción general de los costes de las materias primas, los precios de la electricidad en Eslovaquia se mantienen entre los más altos de la Unión Europea. Las tarifas para el funcionamiento del sistema se han incrementado de 6,30 euros netos en 2010 a los 26,20 euros actuales, debido al mecanismo de apoyo a las fuentes de energía renovables.
Las empresas de distribución, en efecto, están obligadas a comprar a un precio más alto la energía renovable y la electricidad producida por las centrales térmicas de lignito. Estos costes, en las facturas, constituyen el componente fijo para el funcionamiento del sistema de distribución.
En Eslovaquia, en la actualidad, la electricidad y el calor se producen a partir de fuentes renovables en la medida de 10-11%, pero está previsto un aumento de la cuota hasta un 14% para el año 2020, con el apoyo del Estado para 15 años.
El partido SNS apoya la necesidad de un mayor control estatal en el suministro de electricidad y gas y la transferencia de todas las participaciones del Estado en las empresas energéticas a una nueva compañía.
Mientras tanto, tras las protestas por la subida inesperada de las facturas, el director de ÚRSO Jozef Holjencik ha presentado su dimisión.
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Foto Pixabay
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