En los noventa, un joven estudiante de arquitectura que regresaba del extranjero, observando los edificios grises de Bratislava y los espacios públicos que tenían una atmósfera un poco triste, comenzó a concebir un sueño: una ciudad donde los peatones no solo pudieran moverse con facilidad y disfrutar de grandes áreas verdes, sino un entorno a escala humana, donde los habitantes pudieran sentirse parte integrante del tejido urbano y donde «las personas realmente importan»…
Ese joven era el actual alcalde de la capital y ese sueño ahora está a punto de hacerse realidad. En días pasados, de hecho, Matúš Vallo presentó «Živé námestie», un gran proyecto urbanístico que conectará tres áreas centrales de la ciudad – SNP námestie, Námestie Nežnej revolúcie y Kamenné námestie – en una única gran «plaza viva».
El proyecto también prevé la transformación de parte de la calle Dunajská y de las calles Špitálská, Rajská, Klobučnícka, Treskoňova, así como Hurbanovo námestie y Župného námestie.
Son muchos los objetivos que el Ayuntamiento de Bratislava pretende alcanzar con la nueva iniciativa, coordinada por el Instituto Metropolitano liderado por Gábor Bindics y Peter Lény. Ofrecer un espacio más amplio y funcional para socializar, reducir el tráfico y mejorar la movilidad eliminando todas las barreras innecesarias, así como resaltar los monumentos arquitectónicos con una iluminación adecuada y aumentar el verdor urbano hasta 1.000 metros cuadrados más. Con especial atención también a la recuperación de materiales tradicionales, como los suelos de piedra, que serán rehabilitados en toda el área.
Con el nuevo proyecto, el Ayuntamiento pretende dar prioridad a los peatones y al transporte público, limitando el acceso a la zona central de la ciudad únicamente a vehículos autorizados.
Las obras para la revitalización del centro de la capital serán realizadas por el estudio berlinés de arquitectura paisajista Loidl, con el asesoramiento del estudio alemán BPR, especializado en planificación medioambiental y sistemas de transporte.
También participaron en el proyecto expertos eslovacos en la protección de monumentos, espacios públicos y zonas verdes.
En las zonas subterráneas de las tres plazas está previsto crear un sistema de infiltración que también mantendrá el agua que necesitan los árboles. En la última fase, se construirá un gran aparcamiento subterráneo en Kamenné námestie, con una capacidad tres veces superior al actual aparcamiento exterior.
El proyecto “Živé námestie” se espera que esté terminado en 2025.
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Foto: zivenamestie.sk
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