El sector de la restauración y la gastronomía corre el riesgo de colapsar

Desde el lunes 1 de noviembre, Eslovaquia tiene 24 distritos negros, con el nivel de alerta más alto en el sistema Covid Automat. En estas zonas del país, con la tercera ola de la pandemia y el fuerte aumento de contagios, han entrado en vigor nuevas normas, que establecen el cierre de todos los restaurantes, pubs y cafeterías y solo permiten la venta para llevar y la entrega a domicilio.

La iniciativa «Pomoc Pre Gastro» (Ayuda para la gastronomía), que agrupa a operadores del sector de la restauración y la gastronomía, lamenta la falta de ayudas estatales específicas para uno de los sectores económicos más afectados por la pandemia y pide la adopción de medidas inmediatas y, sobre todo, eficaces.

Tal y como explicó Viliam Pavlovský, presidente de la Alianza Gastronómica Eslovaca, durante la segunda ola de la pandemia, el Estado estableció un esquema de ayudas para el sector de la restauración (compensación para empleados y facilidades en el pago de alquileres e impuestos, etc.), pero su implementación ha sido a menudo problemática. Además, algunas ayudas llegaron tarde e implicaron un largo proceso burocrático para los empresarios.

Por lo tanto, a pesar de las medidas tomadas por el Gobierno, las ayudas fueron insuficientes. Hasta el 9% de los restauradores no pudo reabrir su negocio después de la segunda ola. El 80% de los establecimientos de restauración están endeudados y el 90% se encuentra en una situación económica difícil, provocada por la pérdida de facturación dada la drástica reducción de visitantes (menos de la mitad respecto al año pasado) y la ausencia casi total de turistas extranjeros durante el verano.

Ahora la situación ha empeorado aún más, argumenta Pavlovský, ya que el Estado cierra estas actividades en los distritos negros, sin brindar ningún apoyo. Además, la regla de minimis de la UE, que establece que la ayuda total concedida a una empresa no podrá superar los 200.000 euros en tres ejercicios, dificultaría esta forma de apoyo después de dos oleadas de pandemia.

Según Vladimír Machalík, director ejecutivo de la Asociación Eslovaca de Productores de Cerveza y Malta, el próximo año el Estado debería introducir una reducción del 10% del IVA para hoteles, restaurantes, bares y otros establecimientos gastronómicos. En su opinión, esto ayudaría a estabilizar el sector gastronómico, junto con la ampliación de los plazos para el pago de impuestos y ayudas para la retribución de los empleados.

Además, la reducción del IVA es una medida adoptada por un tercio de los países de la Unión Europea, donde la media oscila en torno al 12%, observa el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Eslovaquia, Marek Harbuľák. «Eslovaquia es hoy el país de la UE con el tercer tipo de IVA más alto en el sector de la gastronomía»: 20% frente al 5-10% de los países vecinos.

El sector gastronómico emplea a más de 40.000 personas en todas las regiones del país, destaca Magdaléna Koreny de la iniciativa “Pomoc Pre Gastro”. Sin la intervención inmediata del Estado, más del 52% de los establecimientos corren el riesgo de colapsar.

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Foto: neshom CC0

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