El ventilador pulmonar eslovaco Q-vent se está utilizando en Kenia

Una misión humanitaria apoyada por SlovakAid, la agencia eslovaca de cooperación internacional para el desarrollo, ha llevado a Kenia el dispositivo de asistencia respiratoria de emergencia Q-vent mini desarrollado por científicos eslovacos. El proyecto responde a la creciente necesidad de ventiladores pulmonares al comienzo de la pandemia de coronavirus y fue realizado por los hermanos gemelos Daniel y Samuel Furka del Departamento de Química Física y Teórica de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Comenius, en colaboración con el doctor Patrik Palacka del Instituto Nacional del Cáncer. Tras diseñar el dispositivo lo imprimieron en una impresora 3D.

La primera versión de Q-vent fue financiada con recursos propios de los autores del proyecto y del estudiante de medicina Dalibor Gálik. Las empresas eslovacas Koval Systems y EMBASYS proporcionaron de forma gratuita las piezas necesarias para el equipo científico. Q-vent también utiliza inteligencia artificial para la gestión de la seguridad desarrollada por el profesor Julio Ariel Dueñas Santana de la Universidad de Matanzas en Cuba.

La versión actual del miniventilador Q-vent fue realizada con el apoyo de la Secretaria de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ingrid Brocková, y la agencia SlovakAid. Se trata de un pequeño dispositivo portátil diseñado para un uso más amplio: la asistencia respiratoria durante el tratamiento de diversas enfermedades agudas y crónicas y durante procedimientos quirúrgicos básicos, así como la atención postraumática.
Además, puede utilizarse especialmente en países con bajos estándares de atención médica y en lugares donde no es posible establecer las condiciones de la clásica habitación de hospital, según ha explicado Samuel Furka.

En junio pasado, Daniel y Samuel Furka y Marián Janek, Jefe de Departamento en la Universidad Tecnológica de Eslovaquia (STU), presentaron el dispositivo en Londres, lo que permitió crear relaciones de cooperación con la Universidad Queen Mary de la capital británica. En Kenia se ha impulsado la cooperación entre la Universidad Comenius y la Universidad de Nairobi.

Tal y como ha señalado la agencia de prensa Reuters, el proyecto aumenta la visibilidad de Eslovaquia en todo el mundo en un momento en que existe una aguda escasez global de ventiladores. Además, el dispositivo tiene un coste total de producción que ronda los 250 euros, unas cien veces menos que el coste de un ventilador convencional.

En la actualidad, hay varios países que han mostrado interés en el ventilador pulmonar eslovaco: la República Checa, Portugal, India, así como Estados Unidos, Brasil y Australia. Cada país que garantice la capacidad de producción puede solicitar una licencia, pues no se trata de un proyecto comercial. “El equipo está diseñado de tal manera que la producción final se realice en el país de destino. Enviaremos una serie no comercial, haremos un acuerdo local con científicos y médicos locales, luego la producción continuará bajo su dirección”, ha explicado Samuel Furka.

______________________

Foto: uniba.sk

Sé el primero en comentar

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.