El sector de la movilidad eléctrica se considera como el «trampolín» en el proceso de transición tecnológica y un elemento clave en la recuperación económica pospandémica.
Las baterías ofrecen una oportunidad real para aprovechar esta profunda transformación, crear empleos de alto valor y hacer crecer la economía.
Eslovaquia ha sido elegida recientemente como sede de un nuevo centro de investigación y desarrollo para la producción de baterías, tanto por su posición estratégica en el corazón de Europa como por su proximidad a las plantas de fabricación de automóviles eléctricos PSA Groupe, Jaguar Land Rover y Kia Motors. En Voderady, en la región de Trnava, se abrirá la primera planta para la fabricación de baterías para automóviles eléctricos, administrada por la empresa InoBat Auto.
Se trata de un proyecto dividido en dos fases: la construcción de una línea de producción piloto, apoyada por el centro de investigación y desarrollo, y el inicio de la fabricación de baterías con una capacidad de producción anual de 10 GWh.
Según ha declarado Marián Boček, cofundador y presidente de la junta directiva de InoBat Auto, la combinación entre la producción y el centro de investigación y desarrollo de prototipos de piezas de batería garantizará la composición optimizada de los materiales y permitirá satisfacer las necesidades de los fabricantes de automóviles. El objetivo es crear una cadena de suministro sólida en el centro de Europa.
InoBat Auto, que adquirió el centro de producción de Voderady de la compañía TPS EU perteneciente a la compañía surcoreana DNC, ha planeado crear 150 nuevos empleos altamente calificados. La producción está programada para finales de este año, mientras que se espera que las primeras baterías salgan de las líneas de producción en 2021. Cuando la planta esté en su pleno funcionamiento en 2024, se fabricarán hasta 240.000 baterías al año en Voderady.
El proyecto, en el que InoBat Auto ha invertido más de 100 millones de euros, cuenta con el apoyo financiero del Grupo IPM, especializado en el sector de infraestructura e innovación, y con una subvención de 5 millones de euros aprobada por el Gobierno eslovaco el pasado febrero.
La inversión se considera de alto valor estratégico para Eslovaquia, dada la considerable contribución del sector del automóvil a la formación del PIB, una pieza importante en el mosaico de la innovación sostenible. El proyecto no sólo puede contribuir a mantener la ventaja competitiva de Eslovaquia en el sector del automóvil, sino que también responde a los objetivos de independencia tecnológica establecidos por la Comisión Europea, que en 2017 promovió la fundación de la «Alianza Europea de Baterías», fuertemente respaldada por el Vicepresidente de la CE Maroš Šefčovic.
La Comisión considera necesario establecer al menos 20-30 grandes fábricas de baterías (gigafábricas) para satisfacer las necesidades de los fabricantes europeos de automóviles eléctricos. «La escala y la velocidad de las inversiones necesarias significa que el uso rápido de la inversión privada será un factor clave de éxito», tal y como se afirma en el informe de la Comisión Europea sobre la implementación del plan de acción estratégico sobre baterías.
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