La semana pasada, Slovalco, la principal empresa eslovaca productora de aluminio, se vio obligada a limitar su producción en Žiar nad Hronom debido a la crisis energética actual. El director de la compañía, Milan Veselý ha declarado que si los precios de la electricidad seguirán subiendo, la producción se verá amenazada y la empresa podría proceder a despidos.
Ahora, la empresa OFZ, ubicada en Oravský Podzámok – Široká (región de Žilina), también ha anunciado el cierre de cuatro de sus siete hornos eléctricos. En el último año, los precios de la energía se han disparado de 45 a 50 euros a 300 euros por MWh. Se trata de un incremento que muchos habían previsto, debido al aumento de la demanda de energía tras el fin de las restricciones impuestas por la pandemia. Sin embargo, es mucho más alto de lo esperado.
Esta situación, combinada con el aumento de los costes de las ferroaleaciones en los mercados y los elevados precios de las cuotas de emisión (con poca compensación en comparación con otros países de la UE), comienza a acarrear enormes pérdidas para las industrias pesadas.
En el último año, a pesar de la subida del precio de sus productos, OFZ registró una pérdida de 14,1 millones de euros y un descenso de las ventas del 29%. Según Branislav Klocok, director general de OFZ, actualmente es bastante difícil predecir la evolución de la crisis y la posibilidad de mantener el empleo en la fábrica. Es probable que el aumento sin precedentes de los precios de la energía se refleje en los costos y precios finales de los productos de todo el sector industrial del país.
La empresa, que cuenta con 400 empleados, produce actualmente ferroaleaciones de manganeso y silicio y es uno de los principales proveedores de Europa Central. Aproximadamente el 90% de su producción se destina de hecho a los mercados exteriores. El verano pasado, la empresa logró alcanzar el nivel prepandémico, utilizando su capacidad de producción total hasta casi el 100%.
El Parlamento Europeo discutió cómo responder a la crisis
En varios países de la UE algunas empresas con consumos energéticos muy elevados tuvieron que tomar decisiones difíciles y cerrar temporalmente sus operaciones, ya que su funcionamiento se está volviendo demasiado caro por los precios de la energía y el gas. Día tras día los precios están alcanzando récords nuevos. Si llegará un invierno más frío de lo esperado, podríamos enfrentar una situación que nunca antes habíamos visto, advierten los expertos.
El miércoles 6 de octubre, el Parlamento Europeo debatió soluciones al alza de los precios energéticos.
Los eurodiputados pidieron una investigación sobre la manipulación en el mercado por operadores estatales y privados, y sobre la especulación en el mercado de carbono para medir el impacto que ambos factores están teniendo en los precios. Una de las medidas inmediatas para proteger a los consumidores podría ser la limitación por ley de los precios.
Varios eurodiputados argumentaron que es necesario ampliar la capacidad de las reservas de gas, así como la compra conjunta de gas en la UE, y utilizar el Pacto Verde para mejorar la seguridad energética y la independencia de la Unión.
La comisaria de Energía, Kadri Simson, admitió que no se puede subestimar el incremento de los precios. “Está dañando a nuestros ciudadanos, en particular, a los hogares más vulnerables y está afectando a la competitividad, así como fomentando la presión inflacionaria”, dijo.
Por eso, la UE debe reaccionar de manera rápida y coordinada. Los Estados miembros ya disponen de unas medidas para ayudar a las familias más vulnerables y las empresas. La Comisión Europea también propondrá, antes de final de año, una reforma del mercado del gas para hacerlo más resistente a las subidas de precios.
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Foto: OFZ – Pavel Zubek
Daina LE LARDIC, European Union 2021, EP
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