Superamos esta semana el límite de un mes de confinamiento. Muchas horas en casa que al inicio vinieron bien para ordenarse por fuera y por dentro, pero que con el transcurrir del tiempo, empieza a pesar como una losa la limitación de movimientos callejeros.
En esta mezcla de aburrimiento, cansancio, apatía y desidia, se me ocurrió hace unos días, pedirles a algunos de los pacientes que trato, que me enviaran algunas frases que tuvieran mucha fuerza en su discurso habitual consigo mismo, es decir, que compartieran conmigo algunos pensamientos que estuvieran siendo protagonistas.
Aparte de ser una manera de conectar con estas personas, intentaba con ello conocer – sin preguntarles – en qué estado de ánimo se encontraban, toda vez que en mi estrategia terapéutica de intervención los pensamientos juegan un papel esencial.
Respetando el anonimato, os dejo a continuación algunas de esos enunciados. Quizás alguno de ellos os sea muy familiar, tal vez otros os sorprendan, pero sea como sea todos estos pensamientos tendrán una relación directa con cómo se sentirán estas personas.
No voy a especificar parámetros como edad, género, situación socio-económica, estado de salud previo u otros. Tan solo os traslado frases de ese autolenguaje, en estado puro.
Atención:
“Cada día que pasa, siento que mis fuerzas se reducen más y me hace ser pesimista sobre el futuro”
“No quiero anticipar qué pasará mañana sobre todo lo que ocurre. Prefiero verlo por mis propios ojos”
“Me preocupa que será de mi familia si no puedo volver al trabajo. Es angustioso”
“Desde que empezó esto de estar en casa, no deja de darle vueltas a si llevaba la vida que quería o es momento de cambiar”.
“Ya no sé si escuchar información sobre el bicho éste o mejor estar aislados de verdad de todo. Muchas cosas me confunden”.
“Me da miedo que después de esto mucha gente se vuelva incluso más egoísta que antes. ¿Estaremos ante una selva urbana?
“Estoy deseando volver a terapia para resolver algunas preguntas que me han surgido. Tengo mucho tiempo para pensar”.
“Estos días de internamiento con mi pareja me han hecho darme cuenta de muchas cosas”.
“No me fío de los políticos. Así de claro”.
“Creo que no será para tanto. Seguro que pronto estamos todos tan locos como antes, haciendo cosas en la calle”.
“Me cuesta respirar cuando pienso que no veré más a esa persona que tú sabes”.
“La verdad es que me planteo seriamente empezar a salir de madrugada. No creo que pase nada si no hay nadie por la calle”.
Pues ya ves, hay para todos los gustos. Seguro que tú también tienes las tuyas. Si quieres, también me las puedes enviar a la dirección que ves más abajo.
Por cierto, en el libro que ves en mi foto hay también muchas frases así, además de mi análisis de las mismas y orientaciones a pacientes y otros psicólogos. Si te gusta, ya sabes dónde conseguirlo.
Si quieres dejar algún comentario, estaré encantado de leerlo en mi correo: cairys10@cairys.es
Si te interesan otros temas de Psicología, puedes visitar www.cairys.es y psicologiaclinicamsf.com
Manuel Salgado Fernández
PSICÓLOGO CLÍNICO y DEL DEPORTE // Col. AN-2.455.
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Foto: geralt CC0
Lars_Nissen CC0
qimono CC0
cortesía de Manuel Salgado
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