Los arqueólogos del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Eslovaquia en Nitra descubrieron una jarra de terracota que contenía 870 monedas de plata en una cueva de Lučivná, una aldea situada debajo de los Montes Tatra.
Las monedas datan de los siglos XVII y XVIII y son en su mayoría húngaras; algunas de ellas provienen de Silesia, Tirol, Moravia (Arquidiócesis de Olomouc) y Baja Austria.
Este es un descubrimiento sorprendente, comentó Marián Soják de la Academia de Ciencias de Eslovaquia. En el sitio de Lučivná los arqueólogos anteriormente habían realizado descubrimientos interesantes de la época moderna, y habían encontrado algunos hallazgos, pero de forma esporádica.
El tesoro fue descubierto en la parte occidental del área de excavación, enterrado en la parte más alta de la cueva, tal vez para protegerlo de posibles invasiones o asaltos en la carretera que conducía a la aldea. El propietario de las monedas era probablemente una persona bastante rica, perteneciente a la pequeña burguesía.
El valor nominal de las monedas es bastante bajo; la más valiosa es la pieza de 15 Kreuzer de Leopoldo I de Habsburgo (1640-1705). Entre los hallazgos se encuentra también una moneda de cobre, un símbolo precioso de la famosa mina de Špania dolina, una aldea en el distrito de Banská Bystrica.
Otro tesoro fue descubierto en un horno de piedra por los arqueólogos del Instituto Arqueológico de la Academia de Ciencias de Eslovaquia, dirigidos por Karol Pieta durante las excavaciones en Bojná, cerca de Topoľčany.
Se trata de una olla de barro que se remonta a principios del siglo X. Aquí los habitantes eslavos de la región escondieron 36 monedas, bridas para caballos, dos llaves y otros objetos de hierro. El hierro en esa época era un metal muy precioso, utilizado también como moneda («hrivna»).
El horno con el tesoro fue encontrado en el área occidental fortificada frente al castillo cerca de fortaleza eslava Bojná-Valy, que a partir de los siglos VIII-IX tuvo una importante función de defensa.
Los habitantes tal vez escondieron los preciosos objetos de hierro en un horno en funcionamiento cuando de repente se invadió la fortificación, explicó Pieta.
En el sitio arqueológico los hallazgos más destacados son las placas y campanas doradas, que constituyen una prueba del cristianismo de la población antes de la llegada de los santos Cirilo y Metodio.
Los resultados de las investigaciones y los hallazgos se pueden mirar en el Museo Arqueológico de la Gran Moravia, que está ubicado en la localidad de Bojná y está abierto todos los días de 10:00 a 16:00 horas.
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Foto: coinshome, archeol.sav.sk
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