La calidad de los alimentos que se venden en Austria y Eslovaquia es diferente a pesar de que el nombre y la marca sean iguales.
Este es el resultado de las dos fases de pruebas comparativas que han sido realizadas a finales del año pasado y durante el verano en laboratorios certificados de la Administración Estatal de Veterinaria y Alimentos (ŠVPS).
Gabriela Matečna, ministra de Agricultura y Desarrollo, ha comunicado que los resultados confirman la doble calidad de los alimentos en la mitad de los productos que han sido testado.
El ministerio realizó pruebas analíticas – comparación de etiquetado con sus componentes señalados, análisis sensoriales, valoración de los ingredientes y marcadores fisicoquímicos – en 33 productos comprados en almacenes y tiendas de Eslovaquia (Bratislava y Senec) y Austria (Vienna).
En todos los productos se valorararon aspectos como la apariencia, el color, la consistencia, el olor y sabor.
Se realizaron, además, análisis de laboratorio de los marcadores de calidad característicos para algunos grupos, como por ejemplo contenido de carne o pescado. Entre los productos fueron detectadas significativas diferencias:
– en 18 casos de productos valorados por ingredientes (por ejemplo, bebidas que contienen fructosa y jarabe de glucosa, un ingrediente más barato que el azúcar pero más perjudicial para la salud);
– en 22 casos de productos analizados en las propiedades sensoriales;
– en 5 casos de componentes señalados en el etiquetado;
– en 17 casos de marcadores fisicoquímicos.
Resultados similares se obtuvieron en las pruebas realizadas en la República Checa y Rumanía.
La Comisión Europea realizará este mes nuevas pruebas con un coste de cerca de un millón de euros.
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Foto: Pixabay CC0
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