En el estudio “Paying Taxes 2020”, publicado por el Banco Mundial y la firma consultora PwC, Eslovaquia perdió siete posiciones en comparación con el año pasado, ubicándose en el puesto 55 entre 190 países.
El estudio compara la tributación empresarial en todo el mundo a partir de una compañía tipo de tamaño medio, y analiza cuatro grandes grupos de indicadores: la contribución tributaria total, el número de pagos necesarios y el tiempo que se necesita para cumplir con las administraciones fiscales y para reclamar, en su caso, devoluciones fiscales.
El objetivo del estudio es medir lo fácil o difícil que lo tienen las empresas para cumplir con sus obligaciones fiscales y lo sencillos o complejos que son estos sistemas. Además, evalúa los impactos de las nuevas tecnologías digitales en la operatividad de la administración pública.
Según Mariana Butkovská, responsable de la oficina de Comunicación de Marketing de PwC Slovensko, la posición de Eslovaquia en el ranking está influenciada negativamente sobre todo por la carga fiscal, que es la sexta más alta entre los países de la UE y la AELC (Asociación Europea de Libre Comercio, en inglés EFTA): 49,7%, es decir 11,4 puntos porcentuales más que el promedio UE/AELC (38,3%), y el promedio de los 190 países evaluados (40,5%).
Además, Eslovaquia ocupa el cuarto lugar, después de Francia, Bélgica e Italia, debido a la cuña fiscal muy elevada.
Cabe destacar que en Eslovaquia, todos los parámetros evaluados se mantuvieron sin cambios, pero otros países del mundo han logrado avances significativos en el sistema tributario.
Christiana Serugová, directora del departamento de asesoría fiscal de PwC, considera que Eslovaquia debería inspirarse en los países bálticos, que han iniciado reformas para simplificar el sistema tributario e introducir una administración tributaria totalmente electrónica. «Es alarmante la comparacion entre nuestra posición y la de los países que han comenzado a abordar las reformas de la administración tributaria y de los sistemas fiscales de manera muy intensa, lo que se ha traducido en una posición mucho mejor que Eslovaquia en el estudio», agregó Serugová. Los ejemplos incluyen Azerbaiyán, Georgia, Kosovo, Macedonia, Moldavia y Eslovenia.
La situación no es mejor en otros dos países del Grupo de Visegrado: la República Checa cayó del puesto 45 al 53, mientras que Polonia pasó del puesto 69 al 77. Solo Hungría registró un progreso significativo, pasando del lugar 86 al 56.
Otro factor negativo es la gran cantidad de horas necesarias para cumplir con las obligaciones fiscales: 192 en Eslovaquia. En Polonia son necesarias 334 horas y en Bulgaria incluso 441.
Las empresas en Estonia, en contraste, dedican una media de apenas 50 horas a cumplir con sus obligaciones fiscales.
Entre los países europeos, Irlanda, Dinamarca y Finlandia han logrado el mejor posicionamiento en la administración tributaria y, junto con Luxemburgo y Noruega, registran la menor cantidad de horas necesarias para el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
«Los resultados del estudio muestran que es muy importante que los gobiernos y las autoridades fiscales continúen invirtiendo en la modernización de sus sistemas de administración tributaria», también teniendo en cuenta las pautas de la OCDE, dijo Andrew Packman, socio de PwC al presentar los hallazgos clave del estudio.
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Foto: Pixabay CC0, PwC Slovensko
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