Eslovaquia rechaza el mecanismo automático de redistribución de migrantes

La declaración pública del presidente francés Emmanuel Macron, según la cual todos los Estados miembros de la UE tendrán que aceptar un acuerdo sobre un mecanismo automático para redistribuir a los migrantes, de lo contrario serán “penalizados económicamente”, ha suscitado fuertes críticas en el mundo político eslovaco.
Macron apoya el proyecto de «redistribución automática de los migrantes» propuesto por el nuevo gobierno italiano y está dispuesto a avanzar en el contexto de la revisión completa de los acuerdos de Dublín para encontrar “una nueva solución, más fuerte y más unida». Francia e Italia quieren que todos los Estados miembros de la UE participen de alguna manera u otra en la acogida de los migrantes, según explicó el presidente francés.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Europeos de la República Eslovaca envió un mensaje muy claro y «vigoroso» al presidente francés. Su declaración se considera «engañosa, hostil y absolutamente inaceptable». Eslovaquia se opone a cualquier sistema obligatorio de redistribución de los migrantes. «Dicho sistema ha resultado inútil en el pasado y, además, solo crearía un incentivo adicional para los migrantes que se han decidido a embarcarse en un arriesgado viaje a Europa a través del Mediterráneo y también apoyaría redes de traficantes que ganan dinero», dijo Juraj Tomaga, director del Departamento de Diplomacia.
El Partido Nacional Eslovaco (SNS) ha declarado que las afirmaciones del presidente Macron constituyen una presión inaceptable sobre la libertad de un Estado soberano. La República Eslovaca tiene derecho a decidir libremente bajo qué condiciones permitirá a los migrantes ingresar y residir en su territorio, en el marco de las convenciones internacionales, dijo el vicepresidente de SNS, Jaroslav Paška.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, Eslovaquia debe continuar promoviendo soluciones basadas en el consenso europeo, sostenibles, sistémicas y centradas principalmente en las causas de la migración, no en las consecuencias.
Esta posición política también es compartida por el primer ministro Peter Pellegrini, quien ha criticado duramente las afirmaciones de Macron. El gobierno rechaza la introducción de un “mecanismo obligatorio” para redistribuir migrantes no solo en Eslovaquia, sino también en toda la UE, dijo Pellegrini.