Eslovaquia ocupa el puesto 12 en el Global Manufacturing Risk Index (MRI), desarrollado por la empresa inmobiliaria estadounidense Cushman & Wakefield. Este informe anual clasifica los 47 países de Europa, América y Asia-Pacífico que resultan ser los mejores lugares para la fabricación mundial.
El Índice ha evaluado el riesgo de producción del sector manufacturero tomando en cuenta 20 factores, como costos operativos y laborales, riesgo económico y político, basándose en datos proporcionados por el Foro Económico Mundial, Moody’s Analytics y el Banco Mundial, entre otros. Las cinco primeras posiciones del Índice 2022 están ocupadas por países asiáticos: China, India, Indonesia, Malasia y Tailandia ofrecen condiciones competitivas debido a la disponibilidad de mano de obra barata.
Eslovaquia avanzó 14 lugares en comparación con el año pasado gracias a su seguridad, los costos laborales razonables, la disponibilidad de mano de obra, el entorno económico y de inversión favorable, el desarrollo continuo de infraestructura, los incentivos gubernamentales y el uso del euro.
Con esta combinación de factores el perfil de riesgo del país es el tercero más bajo del mundo, señala Patrik Janščo, jefe de servicios industriales y arrendamiento financiero de Cushman & Wakefield Slovakia. A pesar del fuerte aumento de los precios de la energía y los costes de construcción, «Eslovaquia sigue siendo un cliente muy solicitado en los países de Europa Central y del Este», subraya Janščo.
En las doce primeras posiciones de la clasificación también se encuentran los demás países del Grupo de Visegrado: Polonia ocupa el sexto lugar, subiendo cuatro posiciones respecto a 2021 gracias al bajo coste de su mano de obra y del precio de la electricidad; la República Checa ocupa el octavo lugar, mientras que Hungría se ubica en el undécimo.
Este resultado, según Jiří Kristek, director del equipo industrial de Cushman & Wakefield, demuestra que los países de Europa Central y del Este se están volviendo cada vez más atractivos para las inversiones industriales y manufactureras.
En general, las perspectivas económicas de muchos países europeos han mejorado, con la reducción de los riesgos a largo plazo, gracias al fortalecimiento de la capacidad para lograr objetivos de sostenibilidad, el uso eficiente de los recursos y el desarrollo de una economía verde.
Sin embargo, los factores de incertidumbre relacionados con el suministro energético han aumentado el riesgo económico a corto plazo de algunos países europeos – como Francia, Países Bajos y España – junto con el aumento de los precios de la electricidad y los costes laborales por falta de mano de obra.
En el corto plazo, la competitividad de muchos países europeos como lugares de producción dependerá de la rapidez con que se aborden y resuelvan estos problemas.
__________________
Foto: marcin049 CC0
Deja un comentario