Los alimentos para bebés Amilk Bifido producidos por la compañía francesa Lactalis han sido retirados del mercado eslovaco como medida preventiva.
Lo anunció un portavoz de la red de farmacias Dr. Max que comercializa los productos de la linea infantil francesa. Las autoridades de salud pública eslovacas afirman que hasta el momento no tienen información más detallada sobre los posibles riesgos por la salud. De toda manera, los productos retirados se mantendrán en cuarentena y se devolverán al distribuidor.
Amilk Slovakia en su sitio web comunica que todos los productos Amilk Bifido que han sido puestos en el mercado han sido sometidos a una exhaustiva inspección final para detectar cualquier posible contaminación del producto.
Los consumidores pueden devolver el producto Amilk Bifido, incluso en paquetes abiertos, en cualquier farmacia Dr. Max, y pedir reembolso.
La multinacional del sector lácteo Lactalis estuvo recientemente involucrada en un grave escándalo y obligada por el gobierno francés a retirar más de 12 millones de cajas de leche en polvo para bebés en 83 países por riesgo de contaminación con la bacteria de la salmonela.
En Francia se detectaron 35 casos de salmonelosis en bebés menores de seis meses que habían tomado leche u otros productos fabricados en la planta de Lactalis ubicada en la ciudad de Craon, en la región del Loira.
El Instituto Pasteur de París ha confirmado el primer caso de infección por salmonelosis en España: se trata de un bebé que consumó una muestra gratuita de leche contaminado facilitada por el pediatra. Se sospecha otro caso de infección en Grecia.
La autoridades franceses decidieron suspendir la producción y cerrar la fábrica para realizar operaciones de descontaminación, tomando medidas también contra las cadenas de distribución, que siguieron vendendo lotes de productos Lactalis afectados a pesar de las prohibiciones.
La fiscalía de París ha abierto una investigación por heridas involuntarias, engaño agravado y no ejecutar la orden de retirada de un producto potencialmente dañino para la salud.
El caso Lactalis ha asumido dimensiones sistémicas y corre el riesgo de tener graves consecuencias para la credibilidad del sistema francés de producción de alimentos.
El pasado 26 de diciembre los servicios antifraude franceses efectuaron 2.500 inspecciones y controles en un total de 91 establecimientos franceses – supermercados, farmacias, hospitales, guarderías y mayoristas – y constataron la presencia de productos no autorizados a la venta.
Una inexplicable cadena de errores y una serie de prácticas inaceptables que el presidente francés, Emmanuel Macron, está decidido a sancionar severamente.
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Foto: Amilk Bifido Slovakia, Wikipedia, Pixabay CC0
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