El Gobierno ha discutido hoy una serie de medidas para tratar de frenar la propagación del coronavirus después del fuerte aumento de las infecciones en las últimas semanas. Entre ellas, el aumento de la sanción de 1.650 a 5.000 euros para aquellos que lleguen de países considerados de riesgo por coronavirus y no informen a las autoridades de salud pública, ignorando la obligación de someterse a aislamiento domiciliario durante cinco días y a prueba de Covid-19.
La medida, que ahora se debatirá en el Parlamento con procedimiento acelerado, forma parte de la propuesta que también permitiría a las autoridades sanitarias acceder a los números de teléfono móvil de las personas que hayan regresado a Eslovaquia desde el extranjero. La intrusión en la privacidad encontraría justificación en la situación de emergencia, que fue declarada en Eslovaquia a mediados de marzo. Sin embargo, los datos recopilados deberían eliminarse después de 60 días.
El Secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores, Martin Klus, dijo que la ley también permite sanciones más severas en caso de que el comportamiento irresponsable de un ciudadano represente una seria amenaza para la salud pública.
Las personas que regresan del extranjero recibirán un mensaje de texto sobre la obligación del aislamiento domiciliario. El ministro de Transporte y Construcción, Andrej Doležal, admitió que las personas podrían eludir el sistema de control apagando el móvil antes de salir al extranjero, para que las autoridades no puedan rastrear sus movimientos.
Cabe destacar que las personas que viven en regiones transfronterizas de países reconocidos como «zonas rojas» podrían tener problemas. De hecho, si la celda de su móvil se conecta accidentalmente a la red extranjera, la persona tendrá que demostrar que no ha salido de Eslovaquia.
«La única arma que tenemos en nuestras manos es la responsabilidad de todos nosotros», dijo el primer ministro Igor Matovič (OĽaNO), subrayando que esto ayudó a Eslovaquia a superar la primera ola de la pandemia. Matovič, quien se reunió hoy con el consejo de epidemiólogos, está convencido de que el país podrá evitar una segunda ola. El ministro de Salud, Marek Krajčí (OĽaNO), explicó que si la situación empeora, será posible instalar miles de camas incluso en departamentos hospitalarios no destinados a enfermedades infecciosas.
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Foto: Úrad verejného zdravotníctva Slovenskej republiky
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