Un proyecto de ley presentado por el Partido Nacional Eslovaco (SNS), miembro de la coalición gobernante, prevé introducir un nuevo impuesto especial del 2,5% sobre el volumen de negocios neto anual de las cadenas minoristas.
El impuesto se aplicaría a las empresas comerciales que produzcan no menos del 10% de su volumen de negocios a través de la venta de productos alimenticios, que operen en al menos dos distritos de Eslovaquia y que formen parte de una sola cadena, con actividades de comunicación y marketing unitarias.
Según los autores de la propuesta, las cadenas minoristas de venta de la gran distribución organizada en Eslovaquia «ocupan actualmente una posición dominante en la cadena de suministro», con ganancias dos o tres veces más altas que en Europa occidental. Además, la distribución de beneficios es muy desigual entre los diversos actores de la cadena de producción y transformación hasta la venta menorista.
El objetivo de la ley es doble: equilibrar la situación y contribuir a la autosuficiencia alimentaria de Eslovaquia mediante el fortalecimiento del sector de producción agroalimentaria. La medida, que podría entrar en vigor en enero, debería garantizar fondos de más de 150 millones de euros a favor de agricultores y productores de alimentos.
La Alianza Eslovaca para el Comercio Moderno (SAMO), que reúne a las principales redes comerciales como Billa, Kaufland, Lidl, Metro, Terno, Tesco y DM Drogerie Markt, se queja de que el partido SNS ha presentado la medida sin discutirla con los operadores o con expertos independientes del sector. Las empresas asociadas a SAMO creen que el impuesto adicional sobre un grupo específico de empresas tendrá un impacto negativo en los consumidores y se traducirá en recortes en las inversiones en los puntos de venta.
La propuesta ha sido criticada por los partidos de la oposición porque los costos para las redes minoristas tendrán como consecuencia un aumento de los precios de los alimentos, en detrimento de los hogares de bajos ingresos. Además, el impuesto podría desalentar las inversiones en actividades comerciales minoristas en Eslovaquia. Según el partido OĽANO, un impuesto sobre las cadenas comerciales significará una mayor presión para los productores de alimentos, que tendrán que renunciar a estar presentes en las tiendas eslovacas.
Muchos empresarios están en contra de proyecto de ley, según una encuesta realizada en la primera mitad de noviembre por la Alianza Empresarial de Eslovaquia (PAS) en colaboración con el Instituto INEKO.
El 95% de los 139 empresarios entrevistados, representantes de empresas de diverso tamaño ubicadas en todas las regiones de Eslovaquia, no consideran que la propuesta de ley del partido SNS sea adecuada y expresan su preocupación por la alta carga fiscal.
El 87% de las empresas considera que la introducción de impuestos y contribuciones para algunas categorías económicas es discriminatoria y una violación de la obligación constitucional de proteger y promover la competencia (artículo 55 de la Constitución).
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