La Unión Europea debe tomar medidas urgentes para liberarse de la dependencia energética rusa, incluido el combustible nuclear. Así lo afirmó el primer ministro eslovaco, Eduard Heger, en la cumbre de líderes de la UE que se celebró en Versalles, Francia.
Actualmente, Rusia tiene las reservas de gas natural más grandes del mundo y todavía suministra alrededor del 40-45% de su gas a Europa, principalmente a través de gasoductos. El primer acuerdo para el suministro de gas natural se remonta al año 1968 y fue firmado entre la Unión Soviética y Austria. Desde entonces han pasado más de 50 años y también hubo numerosas crisis geopolíticas, incluido el colapso de la Unión Soviética. En 2021, el 22% del gas que Rusia suministró a Europa pasó por Ucrania, según datos del Oxford Institute for Energy Studies.
El gobierno eslovaco está coordinando con la Comisión Europea una serie de planes para asegurar fuentes alternativas de gas, petróleo y energía nuclear lo antes posible, dijo Heger. El primer ministro explicó que las necesidades energéticas de la UE pueden abordarse mediante negociaciones basadas en la unidad, la cohesión y la «solidaridad del mundo democrático». En su opinión, la unión se vio en la condena firme y unánime de la agresión rusa en Ucrania por parte de 141 países.
Se necesita el apoyo de los países más ricos para hacer frente a un período de transición difícil, agregó Heger. Al mismo tiempo, debemos actuar con rapidez y detener al presidente ruso, Vladímir Putin. No se trata sólo de resolver la situación actual – la subida de los precios de la energía provocada por el conflicto en Ucrania -, sino también de establecer una política de largo plazo, que incluya propuestas concretas para la reconstrucción del país tras la guerra, la creación de un fondo europeo y planes para apoyar a Ucrania en su proceso de integración, con las reformas legislativas necesarias.
En este contexto, el gobierno eslovaco tiene la intención de proponer un plan de acción para la adhesión de Ucrania a la UE, en virtud del cual Ucrania esté lista para unirse a la UE dentro de cinco años a nivel legislativo y económico.
Biometano: la solución «verde»
¿Es realmente posible suspender las importaciones de gas de Rusia, como propone el primer ministro Heger? Según Eustream, el operador nacional de la red de transporte de gas desde Rusia a los mercados europeos, las sanciones de la UE contra Moscú son «una herramienta necesaria y eficaz para detener los ataques a Ucrania lo antes posible», pero corren el riesgo de tener «efectos extremadamente negativos» sobre la UE.
Por el momento, argumenta Eustream, no es posible reemplazar efectivamente el suministro de gas ruso y al detener la importación, la UE se perjudica más que Rusia, de donde llegan unos 420 millones de metros cúbicos por día, lo que corresponde a alrededor del 21% del consumo diario europeo. Además, cabe señalar que mientras los países de Europa Occidental tienen un sistema de suministro más diversificado, los países de Europa del Este tienen una alta tasa de dependencia de Rusia.
La única alternativa viable es el gas natural licuado (GNL), que sin embargo no puede compensar el suministro ruso, según Eustream. De hecho, solo 145 millones de m3 por día, como máximo, podrían entregarse a Europa.
En este sentido, el pasado 8 de marzo la Comisión Europea (CE) presentó el plan REPowerEU para reducir en dos tercios la dependencia de la UE del gas ruso, mediante un aumento de las importaciones de gas natural licuado (GNL) y de las fuentes renovables. La CE también tiene la intención de hacer frente al aumento de los precios de la energía en Europa y reponer las reservas de gas para el próximo invierno.
La UE propone sustituir 100.000 millones de metros cúbicos de gas ruso principalmente con GNL, pero también con importaciones de gas de otros países, agilizando los trámites de autorización de proyectos relacionados con la energía eólica y solar e implementando planes de ahorro energético en edificios públicos y privados.
El plan de la Unión preve aumentar la producción de biometano e hidrógeno renovable en 35 mil millones de centímetros para 2030. Con 15 millones de toneladas de hidrógeno renovable también sería posible reemplazar 25-50 bcm por año de gas ruso importado para 2030.
Cada uno de los 27 estados miembros de la UE debería desarrollar proyectos para acelerar la transición energética y establecer nuevas plantas de energía renovable «de interés público preeminente», acelerar los permisos e iniciativas para la instalación de paneles fotovoltaicos en los techos y desarrollar la cadena de suministro de bombas de calor.
La UE también pretende proponer un nuevo marco temporal sobre las ayudas estatales, como durante la pandemia, para permitir el apoyo a la liquidez de las empresas directa o indirectamente afectadas por la crisis y a las que consumen la mayor cantidad de energía.
La producción de biometano en Eslovaquia
En Eslovaquia, la empresa PM ya ha comenzado la producción de biometano. Planea producir 80-85 MWh de biometano cerca de Jelšava (región de Banská Bystrica), utilizando estiércol de pollo y vaca y varios desechos biodegradables.
El biometano tiene las mismas características que el gas natural, lo que significa que se puede utilizar en el sistema de gasoductos existente. Tiene cero emisiones y no genera contaminantes sólidos durante su combustión.
Actualmente hay alrededor de 100 estaciones de biogás en funcionamiento en Eslovaquia que, si se modifican adecuadamente, podrían ser capaces de producir biometano. En este sentido, el Ministerio de Economía está trabajando actualmente en planes de subvenciones en este sector tan estratégico, dado que Eslovaquia tiene potencial para producir 400-500 millones de metros cúbicos de biometano al año, es decir el 10 por ciento del consumo actual de gas natural. Al reemplazar el gas natural por biometano, aumentaría la seguridad energética de Eslovaquia, que así sería menos dependiente de las importaciones extranjeras.
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Foto: Jay Sterling Austin (CC BY 2.0)
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