Hoy el Gobierno discute la propuesta de Matovič sobre las ayudas a familias con hijos

Esta semana el ministro de Hacienda, Igor Matovič, ha presentado en rueda de prensa un paquete de medidas para mitigar el impacto de la inflación en los hogares. Los precios al consumidor se dispararon en abril, con un aumento del 11,8% en comparación con el mismo período en 2021.

Matovič propone una asignación por cada hijo a cargo de 30 euros, que aumentarán a los 50 euros a partir del próximo año. Para los padres trabajadores también está previsto un bono fiscal de 40 euros por cada hijo. Esta cantidad aumentará a 50 euros en 2023. Si el niño es menor de 15 años, los padres recibirán 70 euros a partir de julio y 100 euros el año que viene. Tendrán derecho a las ayudas los padres que ganen al menos la mitad del salario mínimo anual, que asciende a 646 euros brutos.

La propuesta, ha subrayado el ministro de Hacienda, pretende ayudar a las familias numerosas, que según datos de Eurostat son las más expuestas al riesgo de pobreza. Uno de cada seis niños vive en un hogar por debajo del umbral de la pobreza. El 34% de las familias monoparentales y el 37% de las familias con tres o más hijos también viven por debajo del umbral de la pobreza. Cientos de miles de niños no participan en actividades culturales y deportivas porque sus padres no tienen suficiente dinero, asevera el ministro.

Las medidas antiinflacionarias, destinadas a ayudar a las familias, tras una larga discusión en el seno de la coalición, serán examinadas hoy en la habitual reunión semanal del Gobierno. Matovič está convencido de obtener la aprobación del Parlamento, contando con el apoyo de tres de los cuatro partidos de la coalición.

Su propuesta fue criticada, en cambio, por el partido SaS, liderado por el ministro de Economía, Richard Sulík, por las dudas sobre la cobertura financiera (unos 1.300 millones de euros al año) y el temor a una subida de impuestos. Además, según Sulík, la propuesta de Matovič, que introduce nuevos montos de la asignación por hijo, terminará ayudando a las familias más ricas, que recibirán sumas más altas que las más pobres. Según los cálculos de Sulík, el bono fiscal para una familia adinerada con cuatro hijos pasará de los 181,48 euros actuales a 400 euros, es decir 218,52 euros más. Una familia extremadamente pobre con cuatro hijos perderá en cambio 87,81 euros, porque recibirá 93,67 euros frente a los 181,48 euros actuales.

El ministro de Hacienda asegura que no se recortarán los presupuestos de las administraciones locales. Sin embargo, su propuesta de destinar unos 600 millones de euros de las administraciones locales a las ayudas para las familias ha encontrado una fuerte oposición de los alcaldes. El presidente de la Unión de Ciudades de Eslovaquia (ÚMS) y alcalde de Trenčín, Richard Rybníček, argumenta que estos recursos se utilizan para financiar las actividades educativas, sociales, culturales y deportivas de los municipios.
Sin estos fondos, los alcaldes corren el riesgo de verse obligados a aumentar los impuestos a los ciudadanos, observa Rybníček, quien también se queja de que el gobierno no ha consultado a las autoridades locales para elaborar el paquete de medidas. El Ministerio de Hacienda, en cambio, debería utilizar fondos procedentes de sus reservas, concluyó Rybníček en el llamamiento al Gobierno lanzado por ÚMS, que actualmente representa a 61 ciudades y los intereses de más de dos millones de eslovacos.

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Foto: Vic_B (CC0)

 

 

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