Industria eslovaca: el nuevo régimen de frontera alemán pone en peligro los suministros

El suministro de materiales a empresas y parques industriales podría sufrir interrupciones, dijo el ministro de Transporte, Andrej Doležal. Con el nuevo reglamento que entró en vigor el 14 de febrero, Alemania está aplicando normas más estrictas de ingreso a las fronteras con Austria y la República Checa, pues el gobierno federal de Berlín ha clasificado Tirol, Chequia y Eslovaquia como zonas de riesgo por la presencia de las nuevas variantes del coronavirus, en particular la sudafricana.

La normativa alemana ahora exige que los transportistas que hayan estado en estos territorios en los últimos 10 días presenten el resultado negativo de una prueba de Covid-19 con antigüedad no mayor de 48 horas, incluso para el tránsito en Alemania. La medida está causando molestias y protestas también por parte de los transportistas eslovacos. Algunos de ellos cruzaron la frontera alemana sin presentar ningún certificado, pero el sistema de seguimiento los ha identificado y ahora están obligados a enviar el documento de forma retroactiva.

La situación también se ha complicado para quienes tengan un certificado cuya vigencia venció durante el viaje. Según advierte Pavol Piešťanský, vicepresidente de la Asociación de Transportistas por Carretera de la República Eslovaca (Česmad), existe el riesgo de que los transportistas recurran al “mercado negro” de los certificados Covid-19, ya muy floreciente en Internet, para evitar la multa de 15.000 euros.
Quienes prefieren no correr riesgos se resignan a someterse a pruebas en los puntos de muestreo esperando horas en la frontera, donde se han formado colas de vehículos de hasta 20-30 kilómetros de longitud. Piešťanský adfirma que el viaje de regreso es aún peor, ya que no hay una lista de puntos de muestreo a los que puedan llegar los camiones, y los conductores no pueden dejar sus vehículos porque violarían el contrato de seguro.
Según Česmad, muchas empresas eslovacas con vehículos y conductores repartidos por toda Europa no pueden organizar el transporte de Eslovaquia a Alemania y realizar las pruebas exigidas por las autoridades alemanas.

El ministro de Transporte Doležal, quien está monitoreando la situación y mantiene un contacto continuo con Česmad, sugiere como solución la creación de puntos de muestreo móviles dedicados a los automovilistas y transportistas en lugares específicos cerca de los cruces fronterizos. Česmad propone por ejemplo, los aeropuertos de Žilina, Trenčín y Bratislava, donde hay suficiente espacio para atender la llegada de camiones.
Sin embargo, Doležal dice que es plenamente consciente de que estos son sólo «ajustes cosméticos» en espera de un acuerdo diplomático con el gobierno alemán para suavizar las medidas.

Sobre esta cuestión también se requirió la intervención del primer ministro Igor Matovič y de la presidenta de la República Zuzana Čaputová, así como de la Comisión Europea. Sin embargo, la CE solo puede invitar a Alemania a alinear su reglamento con el de los demás Estados miembros.
Al respecto, el comisario europeo de Justicia Didier Reynders en Twitter expresó su preocupación por las decisiones unilaterales tomadas por los Estados miembros, a los que la CE envió una serie de cartas el 16 de febrero para recordar su compromiso para garantizar un enfoque coordinado de las restricciones a la libre circulación.

«Esperamos que todos los países de la UE sigan el enfoque coordinado de las restricciones de viaje basado en el código de colores común», tuiteó el portavoz de la CE, Christian Wigand. «Deben desalentar firmemente los viajes no esenciales hacia y desde las áreas de color rojo oscuro y evitar cierres de fronteras o prohibiciones generales de viaje».

Este tema será discutido por el Consejo de Asuntos Generales de la Comisión Europea previsto para el 26 de febrero.

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Foto: Andrej Doležal (Fb)

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