Peter Kažimír ha declarado que no tiene intención de renunciar a su cargo como gobernador del Banco Nacional Eslovaco (NBS) tras las acusaciones de corrupción presentadas en su contra el pasado 8 de octubre por la Fiscalía especial (ÚŠP).
Kažimír es sospechoso de haber actuado como intermediario en un soborno de 50.000 euros entre un empresario local y el anterior jefe de la agencia tributaria eslovaca, František Imrecze, en la compra del sistema informático e-Kasa.
Kažimír insiste en proclamar su inocencia y tiene intención de continuar desempeñando sus funciones como gobernador del banco central del país.
Las acusaciones no están directamente relacionadas con su cargo actual, ha subrayado Kažimír, quien fue Ministro de Finanzas de 2012 a 2019 en dos gobiernos de Robert Fico y también en el Ejecutivo liderado por Peter Pellegrini. Por eso, hará todo lo posible por rehabilitar su nombre y defender la institución que representa. Según ha declarado su abogado, Ondrej Mularčík, Kažimír presentará una denuncia contra las acusaciones.
La presidenta de la República, Zuzana Čaputová, aunque respeta la presunción de inocencia, había planteado la posibilidad de la dimisión del gobernador. En las redes sociales, la Jefa del Estado escribe:
“La investigación de los delitos de corrupción y abuso de poder por parte de ex funcionarios públicos es una depuración muy importante y un proceso necesario que debe continuar. Al mismo tiempo, respeto la presunción de inocencia. Como en otros casos, en el caso de Peter Kažimír, el tribunal debe decidir sobre la culpabilidad. Su renuncia no debe considerarse como una admisión de culpabilidad, sino como una protección a la credibilidad de la institución que dirige hoy.”
La Ministra de Inversiones, Veronika Remišová, dijo que Kažimír debería renunciar, porque el país no puede tener un gobernador del NBS sospechoso de haber recibido sobornos.
Los líderes de la oposición Fico y Pellegrini, por su parte, no creen que el gobernador del banco nacional debería renunciar a su cargo, ambos enfatizando el derecho a la presunción de inocencia.
Según Robert Fico, las acusaciones son «estúpidas y ridículas» y podrían haber sido formuladas deliberadamente por quienes aspiran al cargo de gobernador del NBS.
Peter Pellegrini considera infundadas las acusaciones que se basan en las declaraciones sospechosas de un arrepentido.
«Se podrá hablar de la renuncia de los imputados cuando en Eslovaquia ya no haya dudas sobre la manipulación de las investigaciones y el abuso de los arrepentidos con fines políticos», escribió Pellegrini en las redes sociales. «Y podemos hablar de cultura política cuando los plagiarios y personas sospechosas de actividades ilegales o injustas dimiten del gobierno».
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