Tras la adopción del cuarto paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, la Unión Europea quiere ser completamente independiente de los suministros energéticos de Rusia antes de 2030 y aspira a reducir la demanda del gas ruso hasta en dos tercios a lo largo de este año buscando rutas alternativas de suministro.
Aunque “nos estamos dando cuenta de que es necesario cortar esos suministros, esto no es posible hacerlo en pocas semanas o meses, especialmente en Eslovaquia, que depende completamente del petróleo ruso y del 85% del suministro del gas”. Así lo explicó el ministro de Asuntos Exteriores Ivan Korčok, tras asistir a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, que tuvo lugar el lunes 21 de marzo en Bruselas.
Según Korčok, la Federación Rusa subestimó la capacidad de los países miembros de la UE de unirse ante la crisis y actuar juntos. Si la ofensiva de Putin en Ucrania se prolonga, “la UE sin duda alguna responderá», agregó. Los ministros acordaron que la UE está lista para tomar más medidas decisivas contra Rusia, dijo Korčok.
El ministro precisó que las nuevas sanciones podrían tener como objetivo privar a Rusia de la oportunidad de financiar esta «guerra sin sentido» gracias a los altos precios del gas y el petróleo que exporta a los países europeos. Por eso, es fundamental que la Unión siga siendo coherente, renunciando a la “comodidad de la dependencia” del suministro de energía rusa.
Sin embargo, un quinto paquete de sanciones que incluya el sector energético podría llevar a una división entre los países miembros de la UE, ya que atacar la fuente fundamental de ingresos de Moscú podría tener consecuencias devastadoras para la economía. Mientras el canciller alemán, Olaf Scholz, ha afirmado que «el suministro de energía de Europa para la calefacción, el transporte, la electricidad y la industria actualmente no puede asegurarse de otra manera», según los ministros de Relaciones Exteriores de Eslovaquia, Lituania, Irlanda, Dinamarca, Eslovenia y República Checa es inevitable comenzar a hablar sobre el sector energético. El petróleo sería fácilmente reemplazable debido a la infraestructura actual y los múltiples suministros existentes.
Incrementar la presión sobre el Kremlin con sanciones en la energía será uno de los debates centrales de la cumbre extraordinaria de la OTAN y del Consejo Europeo, que se celebrarán en Bruselas el próximo fin de semana. A la cumbre asistirá también el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. “En este momento crítico, América del Norte y Europa deben continuar unidas», ha subrayado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
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Foto: mzv.sk
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