La situación política en Eslovaquia se juzga insostenible tras la escalada de tensión dentro de la coalición de Gobierno.
Hasta ahora dimitieron el Ministro de Sanidad, Marek Krajčí (OĽaNO), y poco después, de manera inesperada, el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Milan Krajniak (Sme Rodina). Sin embargo, su intento de encontrar una solución a la crisis ha fallado.
Dos de los partidos aliados del ejecutivo exigen ahora la renuncia del primer ministro Igor Matovič como condición para seguir apoyando a la coalición. El ministro de Economía y lider de SaS, Richard Sulík, le dio al primer ministro un plazo hasta el 24 de marzo para presentar su dimisión. Si Matovič no dará un paso al costado, también el partido Za ľudí dejará la coalición.
La crisis se profundiza en medio de la emergencia sanitaria, con 246 muertes por millón de habitantes en las últimas dos semanas, según los datos recopilados por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades.
Eslovaquia es uno de los países europeos con más contagios y fallecidos por Covid-19 en proporción a la población total.
Por eso, la presidenta Zuzana Čaputová se reunió con Matovič y Sulík a puerta cerrada en el palacio presidencial, para mediar entre el primer ministro y los partidos de coalición.
Durante las conversaciones, la Jefa de Estado le ha pedido al primer ministro que pusiera fin a la crisis de Gobierno lo antes posible.
La crisis dentro de la coalición es aún más grave porque está sucediendo en paralelo con la crisis causada por la pandemia. «Las personas enfrentan la muerte de sus seres queridos todos los días, el impacto económico y la inseguridad, asi como el aumento de la pobreza. Esta situación crítica va acompañada de inestabilidad y debilitamiento del Gobierno”, señaló la presidenta.
“Eslovaquia necesita cambios inmediatos en la gestión de la pandemia», subrayó. Čaputová insta al Gobierno a introducir cambios inmediatos en la asistencia sanitaria, en la campaña de vacunación, así como en la comunicación tanto con los ciudadanos como con el exterior, para que Eslovaquia pueda considerarse como “un país de gente decente”.
Según la presidenta, en tiempos de crisis, Eslovaquia necesita un Gobierno completamente funcional y eficiente, cuyos miembros trabajarán bien juntos para resolver los problemas. «La agonía debe terminar, se deben tomar medidas. Ya es hora», dijo.
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Foto: prezident.sk
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