La pandemia de Covid-19 ha sacudido profundamente los sistemas socioeconómicos en todo el mundo, pero también ha ofrecido a los gobiernos la oportunidad de implementar reformas radicales destinadas a un crecimiento inclusivo y sostenible y la creación de una economía más resistente a las crisis futuras.
En el análisis publicado el pasado 14 de abril, la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) recomienda a Eslovaquia que desarrolle un plan estratégico para la mejora del sistema educativo y la capacitación de la fuerza laboral.
El país debe fortalecer las habilidades de la población para aprovechar al máximo la digitalización, mejorar la empleabilidad de los grupos más vulnerables – las mujeres, los jóvenes y los romaníes marginados – y, al mismo tiempo, impulsar la productividad.
La capacitación de la fuerza laboral es la clave para la transición a una economía basada en el conocimiento. En este sentido, las debilidades de Eslovaquia en comparación con otros países de la OCDE siguen siendo el bajo rendimiento de los estudiantes de las escuelas secundarias y la escasa participación de adultos en el proceso de aprendizaje permanente.
Por eso, la OCDE señala que la principal prioridad debe ser el fortalecimimento del sistema educativo, para que sea posible proporcionar las competencias demandadas en el mercado laboral, mejorar la reintegración de desempleados y promover la recuperación de los sectores económicos que se enfrentan a un período prolongado de actividad económica suprimida.
Según el análisis de la OCDE, el Gobierno eslovaco está aumentando las medidas encaminadas a apoyar la formación, pero hacen falta políticas más específicas para proteger a los grupos con mayor riesgo de desempleo y aumentar las habilidades digitales en general. Por ejemplo, se recomienda la adopción de un esquema de incentivos económicos para capacitar a los trabajadores poco calificados, así como el seguimiento de los resultados de los graduados en el mercado laboral.
Un sistema educativo público de calidad, basado en la equidad como principio, necesita una financiación suficiente y adecuada para poder desarrollar instrumentos y acciones dirigidos a compensar las desigualdades, garantizar el acceso a las oportunidades educativas para cualquier persona y favorecer el progreso, el bienestar y la cohesión social.
En Eslovaquia, el Gobierno debe apoyar las escuelas en entornos sociales desfavorecidos con una mayor financiación y el reconocimiento de las competencias profesionales de los docentes, en particular quienes actúen como enlace entre la escuela y la comunidad romaní. Los romaníes representan casi una décima parte de la población, la mayoría de los cuales viven en la pobreza, tienen un bajo nivel educativo y sufren largos períodos de desempleo. La OCDE recomienda mejorar las oportunidades para la población romaní a través de una sólida red de seguridad social combinada con asignaciones presupuestarias específicas.
Según la OCDE, la crisi del coronavirus ha mostrado las debilidades de Eslovaquia, como el bajo gasto en investigación, la escasa presencia de empresas innovadoras y la productividad de las empresas nacionales inferior a la de las grandes industrias extranjeras.
Eslovaquia ha realizado reformas importantes en 2019 en el sector de la administración pública y la justicia, pero ha experimentado escasos avances en las reformas “estructurales” ya que, desde el comienzo de la pandemia, el Gobierno priorizó la búsqueda de soluciones a la actual crisis económica.
Los analistas de la OCDE señalan que el fortalecimiento de la capacidad de innovación debe tener como objetivo reducir los cargos burocráticos que aún afectan a las empresas emergentes y las restricciones a la entrada de empresas extranjeras en el sector de servicios. Además, es necesario consolidar los programas fragmentados de investigación pública y recuperar el retraso de la inversión pública en la infraestructura digital.
Eslovaquia es uno de los países de la UE con las brechas salariales de género más altas. Derribar las barreras de género en el empleo de mujeres y mejorar la partecipación de las madres en el mercado laboral supone una mayor inversión en la accesibilidad educativa, la implementación de medidas que garanticen el cuidado de los niños más pequeños y la mejora de los sistemas de permiso parental.
La planificación de la recuperación economica, gracias al programa de ayudas de la UE, debe incluir no solo el potenciamento de la infraestructura digital y la inversión en habilidades, sino también la eficiencia del sector público y la mejora de los sistemas de atención médica a largo plazo, a la luz del envejecimiento de la población, recomienda la OCDE.
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