Las pruebas masivas para detectar el coronavirus se realizarán el sábado 23 y domingo 24 de enero y serán coordinadas por las oficinas de los distintos distritos, según decidió el Gobierno en la reunión del pasado lunes.
Todas las municipalidades y los Ayuntamientos de Bratislava y Košice participarán en la organización, según ha declarado el alcalde del distrito de Lamač Lukáš Baňacký, representante de la Asociación de Ciudades y Pueblos (ZMOS) en la reunión de gobierno. Los detalles se discutirán en los próximos días.
El primer ministro Matovič, al anunciar la nueva campaña nacional de pruebas en conferencia de prensa, invitó a los gobiernos locales de los lugares más afectados por la infección a realizar las pruebas la semana que viene, si es posible.
La ciudad de Košice organizará pruebas voluntarias a partir del viernes 15 de enero, según informó el alcalde Jaroslav Polaček en rueda de prensa. La decisión se tomó tras los resultados de las pruebas rápidas que se realizaron el pasado fin de semana: 997 personas de las 56.521 que se sometieron a la prueba dieron positivo al coronavirus, con una tasa de positividad que alcanza el 1,76 por ciento.
Para los ciudadanos, hacerse la prueba y obtener un resultado negativo debería ser la condición para poder acogerse a la exención del toque de queda, ir a trabajar o simplemente pasear en la naturaleza. No hay otra forma de frenar la propagación del virus, subrayó el primer ministro, quien agregó que las actuales medidas restrictivas ya no son suficientes, dada la presencia de la variante inglesa del coronavirus más agresiva.
Es necesario repetir el modelo adoptado con éxito en Orava el otoño pasado para prevenir la propagación de la enfermedad y reducir la morbilidad, dijo Matovič.
El primer ministro también reiteró que el endurecimiento de las medidas restrictivas conllevaría un enorme daño económico que el país no podría soportar. Según las últimas estimaciones del Instituto de Política Financiera publicadas por el Ministerio de Finanzas, el nivel actual de bloqueo decretado por el Gobierno costará a la economía eslovaca mil millones de euros.
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Foto: Ministerstvo zdravotníctva (Fb)
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