Semana turbulenta para la disposición que a partir del 10 de octubre obliga a los restaurantes, bares, cafeterías y discotecas en el centro de Bratislava a cerrar a las 22 horas. Las nuevas medidas, aprobadas el 20 de septiembre por los consejeros del distrito del centro histórico de Bratislava, han provocado duras protestas de muchos restaurantes y críticas de varias figuras públicas. También la opinión pública no ve con buenos ojos este decreto.
Pueden permanecer abiertos hasta la medianoche de los días laborables y hasta la una de la noche durante el fin de semana sólo los locales que tienen ventanas que se abren, un portal para mantener el ruido en el interior del edificio y un sistema de ventilación que cumpla con los requisitos específicos.
En el fin de semana se prevé una protesta, promovida en estos días en las redes sociales: una noche de fiesta – después de las 22 horas – delante de las ventanas del apartamento del alcalde del centro histórico, Radoslav Števčík.
Števčík ha reconocido el esfuerzo de aquellos asesores que prepararon la resolución con el fin de proteger a los ciudadanos del centro histórico de los ruidos molestos. “Fuimos elegidos por los ciudadanos y no por los turistas,” dijo. Sin embargo, no firmó la disposicion, ya que después de un análisis legal, unas medidas indicadas en los artículos aprobados por la Junta son más allá de los poderes de su municipio o no cumplen con ciertos requisitos legales.
La Autoridad de Turismo de Bratislava (BTB), entidad dependiente de la municipalidad metropolitana, dijo que esta medida conduciría al cierre de un gran número de locales de Stare Mesto, con un impacto negativo sobre el turismo en la capital.
El debate sobre la disposición continuará en el mes de octubre.
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Foto: Pixabay
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